Onirogénia » Enteógenos http://www.onirogenia.com blog sobre los Estados Modificados de Consciencia. Enteógenos, etc... Mon, 13 Feb 2017 18:48:56 +0000 http://wordpress.org/?v=2.9.1 en hourly 1 El Rapé y su Uso Ancestral http://www.onirogenia.com/enteogenos/el-rape-y-su-uso-ancestral/ http://www.onirogenia.com/enteogenos/el-rape-y-su-uso-ancestral/#comments Mon, 13 Feb 2017 18:48:56 +0000 pipodols http://www.onirogenia.com/?p=3702 El rapé es una herramienta de medicina sagrada del origen, un espíritu de medicina estelar. Nuestros abuelos de la selva levantaron y caminaron la relación con esta herramienta-medicina en el comienzo de los tiempos, y hoy llega a nuestras manos trayéndonos memoria original y medicinas renovadas para este presente.

Esta forma de medicina se prepara mediante sucesivas moliendas y tamizado de tabaco, plantas medicinales, cortezas y cenizas del fuego sagrado en una sutil alquimia. Las medicinas se trabajan hasta llegar a un finísimo polvo en el cual se pueden percibir los cristales de las plantas.

El rapé puede prepararse con una o varias medicinas vegetales y también minerales, considerando que la presencia del abuelo tabaco ayuda a ordenar, integrar y equilibrar a las otras medicinas, a direccionarlas con un propósito específico. A la vez, el tabaquito es puerta de conexión con el espíritu y con el universo, ayudándonos a despertar la pureza esencial de uno y una misma, y de cada medicina.

El rapé se sopla con una caña en cada orificio nasal, equilibrando los dos hemisferios del cerebro, nuestro lado femenino y masculino, yin y yang, y luego en el corazón, el centro. Para recibir la medicina debemos estar receptivos, en quietud y conteniendo la respiración. Cerrando la glotis se evita que el rapé baje a la garganta y bronquios. La práctica occidental de aspirar el rape es una distorsión del diseño original de esta medicina. Al ser aspirado, el rape no llega a las cavidades o senos frontales, y sí penetra en las vías respiratorias inferiores causando irritación. De esta manera no cumple su propósito esencial de limpiar la mente y los canales superiores. La desconexion de su propósito medicinal y sagrado, dándole un uso social y superficial en contextos inapropiados, lleva a usar la fuerza de las plantas para alimentar enfermedad.

La soplada nos ayuda a sanar el individualismo, y nos recuerda que necesitamos del otro, que ciertas medicinas se toman por uno mismo y otras se reciben de manos de un hermano o hermana. Quien sopla el rapé precisa estar centrado y vacío, hueco como una caña, correrse del medio, no poner nada de uno mismo y ser simplemente un canal, un hermano teniendo un gesto, sabiendo que el trabajo lo hacen los abuelos. De esta manera quien recibe la soplada puede entregarse a la medicina, ponerse en sus manos como los abuelos se ponen en las nuestras.

La dosis y la frecuencia dependen de la real y conciente necesidad de espíritu, como toda medicina, en la relación de cada uno con ella y en cada momento de la evolución. Se sabe que los excesos y extremos no suelen ser buena medicina, que no es sólo la cantidad sino también la calidad lo que hace la diferencia, y especialmente la calidad de atención y corazón que dedicamos al momento. El rapé es un espíritu sutil, y nos enseña a ser sutiles también.

El rapé es medicina del aire. En una soplada recibimos la bendición del abuelo Viento, fuente universal de energía, limpiando nuestra percepción, despejando la mente y abriendo los canales energéticos superiores, para conectar con lo más elevado de nuestro ser.


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El tabaco y las medicinas ayudan a desprender entidades, parásitos energéticos y contaminaciones e interferencias en el dialogo interno. Al recibir una soplada de rapé, la medicina sube limpiando, ordenando y alineando nuestro campo energético, especialmente los centros o chakras del tercer ojo y coronilla, y de ahí subiendo y bajando por la columna vertebral, el Árbol de la Vida.

También es medicina para el cuerpo, ayudando a expulsar mocos y parásitos de los senos frontales y paranasales. Elimina dolores de cabeza, embotamiento y aturdimiento, ya que descomprime la presión del cráneo. También es excelente cicatrizante y antibiótico aplicado sobre heridas, especialmente los que contienen salvia y lavanda. Una ronda de rapé en un círculo de medicina ayuda a sincronizar y alinear la atención y la percepción de los participantes en momentos de apertura o transición en el ritual. Es además medicina para la visión de espíritu, ayudándonos a limpiar la mente y detener el dialogo interno, a estar verdaderamente presentes para poder ver más allá de nuestras interpretaciones.

Fuente: http://portalpachacuti.com.ar/noticia/130/el-rape-y-su-uso-ancestral

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Tomar ayahuasca: Consejos prácticos y reflexiones http://www.onirogenia.com/enteogenos/tomar-ayahuasca-consejos-practicos-y-reflexiones/ http://www.onirogenia.com/enteogenos/tomar-ayahuasca-consejos-practicos-y-reflexiones/#comments Wed, 27 Jan 2016 12:42:29 +0000 pipodols http://www.onirogenia.com/?p=3675 Como sabemos cada día es más fácil asistir a una toma de ayahuasca. Muchas de esas tomas son poco más que estafas new age en las que los asistentes quedan expuestos a los riesgos derivados de un mal diseño de toma y del ambiente que se genera. En su día, a cierto foro, envíe un mensaje en el que invitaba a una serie de reflexiones que facilitaran la identificación del “típico iluminado ayahuasquero” con sus malas praxis y sus estafas. Con ciertas variaciones he rescatado este mensaje. En él figuran una serie de cuestiones a ponderar si es que se nos brinda la posibilidad de asistir a una sesión de ayahuasca. Estas son una serie de indicaciones que, si algo buscan, es invitar a la reflexión y proponer herramientas críticas sobre asuntos diversos. Los experimentos con gaseosa. Respetemos nuestra propia conciencia sabiendo donde nos metemos. De entrada considérese algo. Por cierto, ¿recuerda el lector esas recomendaciones para tomar sustancias y plantas visionarias, sobre el set y el setting, que tanta difusión tuvieron en la época de la contracultura?… Se centraban, básicamente, en la atención al momento que cada cual estuviera atravesando (aconsejando o desaconsejando la ingesta), al entorno y al contexto de experiencia y a las compañías con quienes íbamos a compartir la velada. Bien, muchos de los entornos que, hoy en día, ofrecen ayahuasca incumplen clamorosa y sistemáticamente estas recomendaciones.

1.- ¿Me venden la ayahuasca como una panacea?.

Si nos presentan la ayahuasca como una panacea y desde un proselitismo efervescente lo mejor será poner en suspenso toda confianza. ¿Qué es presentar la ayahuasca como una panacea?. Presentarla como una especie de “curalotodo” que todo favorece y que a todo el mundo le viene bien para superar múltiples asuntos y problemáticas personales. ¿A qué me refiero con un proselitismo?. Me refiero al hecho de que se anime a la gente a tomar ayahuasca con cierto énfasis. Como se hace obvio esta disposición milagrera dejará de lado que para tomar ayahuasca sea necesario aplicar cautela, protocolo o formalidad alguna… El proselitista nos ofrece una gran solución. Algo maravilloso, algo “para todos”… Ese “algo” consistirá en la ingesta de un brebaje visionario y en el ulterior estado de trance. Consideremos que lo que se ofrece desde esa mentalidad iluminada es una solución -por fin la solución- a nuestras angustias y problemas personales. Tal trance todo lo curaría y, en sí mismo, tendría un efecto sanador… Independientemente de qué suceda en ese trance, de cómo se viva o de a qué influencias quede la persona abierta…

Tenedlo claro, este planteamiento es un completo dislate. Los posibles beneficios de vivir un estado de trance inducido por ayahuasca, además del “saber hacer” de quien plantea la ingesta, requerirán de un intenso trabajo. La ayahuasca no es para todo el mundo, ni vale para cualquier cosa, ni ayuda a superar cualquier situación. Es cierto que, durante la experiencia, pueden brindarse ciertas intuiciones y ciertas tomas de conciencia, “ver” ciertas cosas, vivir y sentir determinadas emergencias de sentido que diría Stanislav Grof… Con todo, la ingesta de ayahuasca nada soluciona sin la responsabilidad y la propia coherencia y compromiso de quien la toma. No basta con tomar el brebaje y entregarse, pasivamente, a una psicoactividad sanadora que todo lo cura o, en su variante espiritista a algún numen o espíritu sanador. Se trata de otra cosa que, si algo requiere, es de la propia actitud disposición y de un determinado “saber hacer”[1].

2.- El contexto de experiencia y de integración.

Ya he indicado que los beneficios que pueda inducir una toma de ayahuasca dependerán de un determinado “saber hacer” y no de milagrerismo alguno. Tal “saber hacer” deberá dar cuenta de la organización de la toma y, también, de la integración de la experiencia en el día a día. De ahí que, un entorno ayahuasquero serio, deba centrarse tanto en ofrecer unas condiciones idóneas de experiencia como en saber apuntar a la integración de la misma. El contexto y condiciones de la experiencia dependerán del diseño y del modo en que la ceremonia queda concebida. Ese diseño condicionará a qué pueda quedar abierto el experimentador durante el estado de trance. Esto será algo decisivo. El entorno deberá saber acoger el estado de trance del mejor modo posible. La ingesta de la ayahuasca exigirá de contextos precisos.

La llamada integración de la experiencia visionaria aludirá al proceso ulterior de asimilación de la experiencia a partir del compromiso personal con lo visto y sentido. De la coherencia con lo intuido, y de su elaboración en la más absoluta sobriedad y cotidianidad, dependerán sus potenciales beneficios. No se trataría pues simplemente de acumular “experiencias” ni de ingerir e ingerir ayahuasca enganchándose a ciertos estados de intensidad.

Como se hace evidente con integración no me refiero a la típica rueda de integración final en la que la gente verbaliza las experiencias que ha tenido y comparte sentires e impresiones (algo acaso necesario pero por si solo muy limitado). Me refiero a algo más amplio. A la integración de esos efectos en el día a día y en el largo plazo.

3.- Sobre los contextos de integración.

Como he dicho quien organiza una sesión de ayahuasca debería saber servir pautas que apunten a su integración en el día a día. ¿Cómo?. Siendo capaz de indicarnos posibles cauces o entornos que faciliten la integración, a medio y largo plazo, de la experiencia. Ciertos procesos pueden exigir la elaboración terapéutica de las emergencias de sentido y de las tomas de conciencia que puedan acontecer. En este sentido toda terapia deberá saber dar protagonismo a la propia palabra y a la re-elaboración de la propia narrativa personal a partir de esas tomas de conciencia. Considérese que muchas de esas emergencias de sentido consistirán en cambios importantes de perspectiva respecto de la propia existencia.

En relación a este trabajo terapeútico me alejaría completamente de los ambientes y pseudo-terapias new age administrados por gentes sin capacitación, competencia o titulación suficiente. Se trataría de acceder a entornos terapeúticos sobrios, metódicos y solventes. El terapeuta deberá haber recibido una formación sistemática y rigurosa en una escuela de psicoterapia identificable que nosotros, como clientes, podamos reconocer, enjuiciar y ponderar. Un matiz sobre el sentido de la palabra terapia. Etimológicamente terapia –therapein- es el llamado “cuidado de si” de la tradición clásica. Lo terapeútico, de cara a la elaboración de una experiencia ayahuasquera, debiera saber abrirse a esta perspectiva de indagación, desarrollo y afinamiento personal; en realidad toda una aventura de descubrimiento intimo. Entender lo terapeútico desde la perspectiva de la más estricta psicología clínica, o desde las categorías psicopatológicas de los manuales al uso no nos servirá de mucho.

Con todo, ¿puede la psicología contemporánea dar cuenta del therapein de la tradición clásica?. Recordemos que ese “cuidado de sí” integral de los clásicos buscaba promover la plenitud de lo humano en la propia arete, excelencia y virtud, y en la integración y equilibrio de la vida anímica. Esta therapein, es cierto, desborda completamente la perspectiva propia de la psicología contemporánea y de la psicología clínica. Ahora bien, saber reconocer desde el contexto psicoterapeútico la esfera propia de la therapein será algo decisivo.

Más allá de esta perspectiva terapéutica, los horizontes que puede abrir el trance con ayahuasca desbordarán la esfera de lo puramente anímico. A cada cual corresponderá desgranar tales veredas. En este sentido no será raro que haya quien vea nacer o madurar determinadas inquietudes espirituales. Ernst Jünger, sin ir más lejos, verá en esta posibilidad de apertura espiritual la funcionalidad más evidente de las sustancias visionarias en una sociedad como la nuestra, completamente refractaria y hostil a reconocer tales procesos. Si estas inquietudes prenden en la persona solo cabe apelar a la propia responsabilidad y al compromiso con la propia formación. Esta nos permitirá reconocer las diversas tradiciones espirituales y la coherencia y solvencia de los entornos que nos podamos encontrar. Así sabremos acercarnos a entornos espirituales nítidamente reconocibles y valorables desde la propia tradición a la que pertenecen y no a los delirantes gazpachos new age que, precisamente por mezclarlo todo, ni atienden a patrón establecido alguno ni se adentraran en senda alguna. Me remito a lo ya indicado en otras entradas sobre este asunto.

Como podemos observar, los hipotéticos beneficios de tomar ayahuasca exigirán de una disposición básicamente activa. En modo alguno se tratara de atravesar la experiencia de trance pasiva e inconscientemente. Durante la experiencia, el experimentador deberá saber promover la propia atención y la más absoluta receptividad respecto de la experiencia de trance. Para ello habrá que ser capaz de conjurar una considerable actividad interior. Su finalidad será promover ese estado de atención receptiva al estado de trance. Tal actividad, precisamente desde la atención que promueve, deberá saber atender a nuestros estados internos y nuestra inter-relación con el entorno. Tomar ayahuasca exigirá estar bien despierto y no verse arrasado pasivamente por el trance y por la emergencia convulsa de las diversas alcobas del alma. Considérese que de lo que se tratará es de cultivar la atención y de saber observar.

A esta disposición activa durante el trance habrá que añadir esa coherencia y sintonía ulterior con las visiones, intuiciones y emergencias de sentido que puedan acontecer. Lo reitero, solo desde esta disposición activa los beneficios de una toma de ayahuasca podrán cristalizar y transformar a la persona

4.- Protocolos de asistencia a una sesión: Las pautas y protocolos de acceso a una sesión de ayahuasca serán decisivos.

La inexistencia de formalidad o control previo, especialmente si es la primera vez que se toma ayahuasca, constituirá un claro episodio de mala praxis. Las personas neófitas constituyen, para cualquiera que promueva una sesión, un desafío especial. Lo exigible sería, al menos, una entrevista personal. Dicha entrevista deberá concebirse como un control psicológico previo. Su finalidad sería descartar a aquellas personas problemáticas o que tengan desequilibrios de cierto calado. Además de este control psicológico previo las personas nuevas o neófitas deberían recibir algún género de atención u orientación especializada antes de la sesión o ceremonia.

La asistencia a las tomas de gente con psicopatologías de importancia, especialmente si se toman psicofármacos, debe quedar completamente excluida. La ayahuasca, con carácter general, no debiera considerarse una herramienta de psicología clínica. Su uso tiene sus riesgos y sus posibles beneficios exigen de buenas dosis de equilibrio personal.

Con todo, no solo habrá que atender a los riesgos derivados de que una persona, con ciertos umbrales de desequilibrio, tome ayahuasca. En el caso de ingestas de ayahuasca grupales habrá que considerar, desde el punto de vista del grupo, las posibles turbaciones y los estados de desestructuración que pueda atravesar una persona psicológicamente no preparada. Estos puedan llegar a afectar y condicionar, intensamente, la experiencia de otros asistentes. Bajo los efectos de la ayahuasca quedamos muy expuestos. Nos colocamos en una situación de alta receptividad y sensibilidad a todo lo que nos rodea. El diseño de un ambiente que ampare y facilite profundizar en el propio trance deberá ser el objetivo prioritario. Así las cosas, todo contexto de ingesta deberá saber preservar la seguridad e integridad de quien toma ayahuasca, evitándose las perturbaciones e interferencias externas que mediaticen o enajenen la experiencia de los presentes. Esto excluirá la asistencia de personas que puedan desestabilizar gravemente, a partir de su propia desestructuración, el entorno en que se encuentran. Evidentemente, todo el mundo puede tener un mal momento y será deber de quienes lo acompañen saber acogerle y estar a su lado. Otra cosa bien distinta será saturar una sesión de personas con desequilibrios de cierta entidad, en su propio perjuicio y en el de los demás.

Sobre este tema hay que ser muy claro. Es cierto que las sustancias visionarias pueden abismar al experimentador a pasajes de caos y disociación en la crisis de nuestras propias pautas de representación. Habitar, atender y sabe mirar a los ojos a tal pasaje será muy relevante en el propio proceso de trance. Precisamente a partir de ahí podrán brindarse emergencias de sentido y nuevos equilibrios. Ahora bien, una cosa será apreciar la crisis de lo que concebíamos como nuestra identidad y otra, bien distinta, apelar al caos como excusa que quiere disimular un pésimo contexto de experiencia. El caos resultante de una pésima manera de organizar una toma solo aportará descalabros.

5.-Publicidad de las sesiones.

Si observamos que las sesiones se publicitan o difunden de manera expresa, bien como publicidad o bien en emailing de gran tirada, deberíamos desconfiar y mucho. Estas estrategias comerciales sólo revelan el primado de lo económico –“hacer caja”- a la hora de organizar el evento que se propone. Quien así actúa busca la cantidad de asistentes –la caja- y no la calidad del trabajo que se va a realizar. Lo prioritario será ganar dinero. Por eso no se pondrán condiciones especiales de asistencia ya que así se complicaría la afluencia de público. De lo que se tratará será de facilitar esa asistencia y, por supuesto, de “hacer caja”: Ayahuasca para todos.

Esta disposición pondrá de manifestó la irrealidad, el autismo y la autorreferencialidad en la que se instala quien así actúa. Como se hace bastante obvio –excepto para algunos- estamos en un tipo de sociedad que no comprende este tipo de experiencias. Una sociedad bien dispuesta a intervenir punitivamente en ciertos ambientes en la medida en que estos queden visualizados más allá de cierto umbral. Quien hace esa publicidad, no solo sublima su propio mesianismo, sino que anima a esa intervención punitiva, sobre sí y sobre otros. No advertir estos riesgos es la perfecta prueba de estar completamente fuera de la realidad. Esta, si exige algo, es discreción y prudencia, salirse de los circuitos mediáticos y centrarse en la investigación y en un trabajo discreto.

Sobre este tema me viene a la cabeza “El arte de la guerra” de Sun Tzu. Exponerse toscamente a un choque, en este caso con la crítica social y mediática o con los poderes públicos, no es gallardía ni valentía. El guerrero no se expone a conflictos innecesarios. Para Sun Tzu el guerrero no es un alguien que, descerebradamente, se presta al choque sino un estratega que usa la cabeza y que elige el cuándo, el dónde y el cómo de la pugna. Cualquier persona que investiga o estudia los efectos de las sustancias visionarias, queda colocado en un margen y en cierta pugna con la corrección política. En esa pugna de lo que se tratará es de tener la cabeza sobre los hombros y los pies sobre el suelo. El reconocimiento de un espacio para el uso de estas sustancias no es cuestión de poco tiempo sino el fruto maduro de mucha investigación y discreción. En el fondo, ciertas actitudes, solo esconden huidas hacia adelante y modos de desconexión que, si a algo se refieren, es a la persona que las actúa.

6.- Organización de la toma.

Todo lo dicho nos conduce a la gran importancia de tomar ayahuasca en ambientes bien organizados y con unas reglas del juego bien definidas. Así evitaremos más perturbaciones de las estrictamente necesarias. Desconfíe a extremos de los ambientes que no dejan claras ciertas normas en relación a la toma y, especialmente, de los que inviten a expresarse sin límites durante la misma. Considere que si a algo debe respeto y algo debe de cuidar es su propia conciencia y su propia vida anímica. Recuerde que durante ese trance va a atravesar un estado de enorme sensibilidad y que quedará especialmente expuesto a todo lo que suceda a su alrededor. De ahí la relevancia de un espacio reglado y formalizado capaz de brindar una experiencia segura a los asistentes. Tomar ayahuasca en grupo exige un pacto previo de fidelidad, de reconocimiento y, por qué no decirlo, de amor entre todos los asistentes. Por esto todos, en la medida de sus posibilidades, deberán colaborar a que el grupo funcione bien y pueda amparar, sostener y favorecer las experiencias que cada cual esté teniendo sin interferencias gravosas o gratuitas. Quien no sepa –o no quiera- asumir este pacto de responsabilidad, sencillamente, deberá quedar excluido de la sesión. En relación a este tema hay que tener bien claro que una cosa es tomar ayahuasca y otra bien distinta una psicoterapia de grupo o una terapia emocional en la que se desaguan o expresan tensiones.

Otro tema a considerar será la existencia o inexistencia de complicidades previas entre los asistentes. Estas podrán condicionar –y mucho- las posibilidades de experiencia. Tales complicidades habrá que saber promoverlas con carácter previo trabajando ciertas técnicas de dinámica de grupos –considérese que esto, de entrada, excluye los grupos muy numerosos-.

Sobre la composición del grupo añadir que la existencia de un círculo de “personas con experiencia” alrededor de quien organiza la sesión será algo de muy buena nota. La existencia de ese círculo será importante de cara al ambiente que se genera en la toma. Un alto número de participantes veteranos dará una gran solidez y consistencia al entorno de experiencia. Al tiempo estos veteranos, simplemente con estar y desenvolverse, servirán de perfecto espejo al neófito sobre las disposiciones básicas a través de las que se debe afrontar la experiencia.

7.- La cuestión del diseño.

Las formalidades y protocolos de la velada enhebraran un cierto diseño de toma que ordena el espacio y el tiempo de la velada. Tal diseño condicionará y cualificará la experiencia del experimentador. La etimología de diseño resulta especialmente interesante. Diseño viene del latín de-signare que significa “simbolizar”, “expresar” o ser “ser dicho”. Efectivamente, de la forma y figura de la sesión, de sus códigos simbólicos y de los tiempos que se marquen, de su estilo y diseño dependerá a qué quede abierto el experimentador. La finalidad de un diseño apropiado será amparar y facilitar el proceso interior de cada cual. Lo que supondrá atender especialmente a las tomas de conciencia o donaciones de sentido que pudieran producirse, por muy abruptas que estas sean. Este proceso se nos hará reconocible desde las ideas griegas de catarsis y anagnórisis; ideas, por lo demás, muy vinculados al teatro ritual griego. La catarsis y la anagnorisis son ideas que se encuentran íntimamente ligadas Ambas nos sugieren una determinada pauta de evolución para la vida del alma. La catarsis no es pegar gritos o, simplemente, desaguar tensiones. Por catarsis los griegos entendían el re-equilibrio o refinamiento de la vida anímica alma inducido por una determinada toma de conciencia o anagnórisis.

Sin un diseño adecuado los asistentes carecerán de lo que debiera contener, orientar y servir de marco a una experiencia de estas características. Apelo a la etimología de diseño. De lo que se tratará será de brindar un marco de toma que, significando y nombrando lo humano, facilite cierto proceso. Un marco de toma que nos nombre en nuestro ser íntimo y nos abra a ciertas resonancias e influencias… Como se hace evidente abrir un espacio así no estará al alcance de cualquiera y, acaso, nos desborde en el núcleo mismo de nuestra cultura y mentalidad.

Los diseños podrán ser variados. No aportará la misma cualidad de experiencia que el diseño de toma se decante por trabajar el silencio o por significar la experiencia -según medida- desde la música, el canto, la percusión o la salmodia. Las influencias a las que quede abierto el experimentador serán completamente diferentes según se ordene el espacio de toma y sus ritmos. La cuestión del cuerpo será muy relevante. La atención a la propia figura corporal o al cuerpo en movimiento –danza-, si es que el diseño la incluyera, modularán completamente la experiencia. Esa atención al cuerpo incluirá la atención a la propia respiración. De hecho cuerpo y respiración serán los cimientos de nuestra capacidad de atención. El lugar en el que se realiza la toma o el carácter diurno o nocturno de la misma también serán hechos relevantes… Toda esta complejidad nos introduce a la cuestión de lo ritual y a su enorme transcendencia de cara a qué influencias quedamos abiertos durante el estado de trance.

Finalmente, algo de enorme relevancia íntima y antropológica. En el trance ayahuasquero las viejas cuestiones del espíritu quedaran conjuradas como potencias del hombre que se brindan en su mismo núcleo. Consideremos que toda referencia iniciática encontrará su base en la plenitud de ser y la plenitud cognoscitiva del hombre. Un diseño ritual bien hilvanado deberá saber reconocer y acoger esa esfera de experiencia y una determinada apertura de orden espiritual.

La resultante de la experiencia de trance dependerá de a qué quede abierto el experimentador en confluencia con el propio bagaje personal. La propia capacidad de vida y el propio espíritu será pues lo que esté en juego. El genio del encuentro entre el hombre y este brebaje vegetal podrá ofrecer diversas caras, diversos aires; todas ellos retrataran al hombre al tiempo que revelaran un enigmático vínculo de botánica fantástica entre la vida del hombre y la vida vegetal. Todo lo vivo, todo lo real, remite a una trama unitaria que se expresa; y la vida no es más que creatividad y espíritu que se expresa; y la materia crisol de formas.

8.-La transferencia.

Una transferencia con el guía de la experiencia, en exceso cargada a lo gurú, será algo muy poco recomendable. El perfil de quien organiza una velada, básicamente su carisma y su saber hacer durante la sesión, será, efectivamente, algo muy importante. Quien organiza una experiencia de estas características deberá saber marcar ritmos, contener tensiones y facilitar escenarios que favorezcan el viaje del alma. Para ello el canto y la música –o el silencio- serán fundamentales. Con todo, conviene –ya lo he indicado- no olvidar la sinergia del grupo como contenedor de la experiencia y como condicionante. Personalmente desconfiaría de todo verticalismo excesivo, antinatural o reverencial, especialmente si hace pivotarlo todo –saber hacer y seguridad incluida- exclusivamente sobre el carisma y la presencia del gurú.

De cara al guía será muy importante que se conozcan, sin ambigüedades y con total claridad, los entornos de formación y capacitación por los que ha pasado y, sobre todo, quién le ha reconocido en su capacidad de organizar sesiones. Haber sido reconocido por entornos capaces y formados en el uso de la ayahuasca–y no revelación o fantasía espiritista alguna- será lo que, en principio, nos acredite dicha capacidad. De ahí, el valor de las tradiciones ayahuasqueras en tanto contextos capaces del manejo de la ayahuasca. Más allá de las diferencias culturales su aval será la transmisión de ese “saber hacer”. Sin la transmisión de saberes y sin el proceso personal que supone ese reconocimiento nadie debería plantearse organizar evento ayahuasquero alguno.

9.- La cuestión espiritista.

Las interpretaciones espiritistas de la experiencia, tan supersticiosas como arbitrarias, retratan a la perfección una sensibilidad moderna arrasada por lo que a las cuestiones del espíritu se refiere. Estas interpretaciones espiritistas son totalmente desestructurantes del lenguaje pan-animista, pan-pneumático y pan-espiritual de las culturas chamánicas y de otros entornos tradicionales. Consideremos que, en un contexto chamánico, las referencias a los espíritus de los animales o de las plantas –también a los buenos o malos espíritus- expresan e indican una trama vertebrada y unitaria que acoge todo lo real a muy diversos niveles. De tal modo que las referencias a los espíritus den cuenta de la urdimbre y engranado de la vida, de sus encajes, de sus leyes, de sus vínculos y de su funcionamiento en tanto totalidad orgánica que se enhebra desde afinidades y tensiones. Tal trama delineará una concepción del mundo específica, una imago mundi, que dé cuenta de la estructura de la vida. De la misma dependerá la concepción que se tenga del hombre y de su posición en el mundo: en realidad esas referencias a los espíritus serán una clave mediante la cual interpretar el orden discreto del cosmos así como el lugar que cada hombre ocupa. Muy lejos de esto, la sensibilidad espiritista, se limitará a quedar deslumbrada y fascinada por ciertas fenomenologías y a delirar en relación a dicha fascinación. Me remito a la entrada en la que traté la percepción new age de la ayahuasca.

Las influencias espiritistas , tan vigentes en algunos países, podrán enredar mucho el imaginario de quienes se acerquen a un evento de estas características. Sobre este asunto considérese que, toda perspectiva iniciática o de trabajo espiritual, centra su atención en el propio proceso de integración y de apertura del alma y en la gnosis espiritual que surge del mismo. En virtud de ese conocer se accederá a la trama discreta del mundo y a esa esfera, en principio oculta, que da cuenta del orden de la vida. Las fenómenos espiritistas y los “enganches” a cierto género de experiencias nadan tendrán que ver con esto. Por otro lado el deslumbramiento ante cierto género de experiencias o el significarlas desde un lenguaje espiritista, en realidad, lo que servirá son todo tipo de supersticiones y proyecciones psíquicas arbitrarias ajenas a cualquier esfera de sentido. Nunca se insistirá lo suficiente en la crítica del espiritismo.

[1] Lo que afirmo lo hago, sin perjuicio, de la consideración de la ayahuasca como medicina del alma. Efectivamente, es una medicina del alma y así lo entienden las tradiciones chamánicas. Ahora bien, debe ser usada con maestría y descartando ciertos riesgos.

Texto: José Carlos Aguirre,

Fuente: http://phantastikablog.blogspot.com.es/2016/01/tomar-ayahuasca-algunos-consejos-y.html


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DMT: “LA MOLECULA ESPIRITUAL” http://www.onirogenia.com/enteogenos/dmt-%e2%80%9cla-molecula-espiritual%e2%80%9d/ http://www.onirogenia.com/enteogenos/dmt-%e2%80%9cla-molecula-espiritual%e2%80%9d/#comments Mon, 24 Aug 2015 13:59:04 +0000 pipodols http://www.onirogenia.com/?p=3639 La Glándula Pineal transforma el aminoácido Triptofan proveniente de ciertos alimentos en Serotonina 5-Hydroxy-triptamina, que luego convierte en Melatonina, 5Metoxi-N-acetil-triptamina al combinarla con un acetaldehído (Etanal). Tu Glándula Pineal utiliza la Melatonina para distensionar tu sistema nervioso, relajar tu mente y tranquilizar tu animo. Te crea una sensación de confianza y bienestar que induce tu organismo a descansar y dormir.

La alquimia de tu Glándula Maestra no termina ahí, crea otro neuro modulador que utiliza para neutralizar temporalmente la Monoaminaoxidasa-MAO, que como vimos descompone la Melatonina y el DMT, impidiendo con ello que tu consciencia se energize y el rango de percepción de tus sentidos se amplíe. El MAO es activado automáticamente cuando la Pineal capta los primeros rayos de luz del Sol al amanecer, para descomponer la Melatonina que produce sueño y llevar la consciencia a la actividad cotidiana. El DMT solo puede producirse cuando en tu torrente sanguíneo, en tu fluido cerebroespinal y en tus sinapsis neuronales no hay ni una traza de su enemigo mortal el MAO. Para asegurarse que no haya MAO que le impida producir DMT, la Pineal utiliza nuevamente la Serotonina como precursor. Solo que esta vez la combina con un formaldehído (acido fórmico) para transformarla en Pinolina -6HT-Metoxy-tetrahydro-betacarbolina-MeOTHBC, el enemigo mortal del MAO, la sustancia que lo descompone en cuanto lo encuentra e impide su formación.

La Pinolina es además un antidepresivo y un potente antioxidante que ayuda mantener a raya los radicales libres que atacan y desarman a las moléculas orgánicas que contienen la energía vital y los minerales que necesitan las células para funcionar. Cuando tu Pineal necesita producir DMT para entregarle energía poderosísima al cerebro y a tu mente, crea primero Pinolina para que elimine el MAO de tu organismo. Luego sin enemigos a la vista, en otra operación alquímica combina Melatonina con una enzima llamada Metiltransferasa-INMT para producir Dimetiltriptamina-DMT, ¨La Molécula Espiritual¨. como la llamó Rick Strassman en el libro que lleva ese mismo nombre.

El DMT es la sustancia más poderosa en tu organismo. Tu pineal la utiliza para reprogramar tus 5 sentidos inferiores ampliando su rango de percepción. Normalmente solo percibes el 0,5% del 100% de las ondas electromagnéticas que fluyen a tu alrededor, el DMT incrementa e rango por encima del infrarrojo y del ultravioleta. También incrementa la capacidad de proceso de tu cerebro, normalmente solo utilizas un 10% de su capacidad. Su energía lo amplía hasta un 40%, lo que te pone híper alerta y genera estados de alta consciencia, que aunados al incremento de percepción, transforman el holograma de la realidad en el que tu mente funciona.

Dependiendo del nivel de tu consciencia tu Pineal puede activar tus sentidos perceptivos superiores: la telepatía, la telekinesis, la visión remota, la precognición y la clariaudiencia. Este paso evolutivo que sucede de manera natural con la acumulación de comprensiones sobre el amor y el orden, permite captar y procesar información de cualquier momento del tiempo o de cualquier lugar del espacio. El DMT abre portales hacia lo sutil y permite que la mente establezca una conexión con la fuente creadora. Un canal por el que descienden inspiraciones, intuiciones, sincronicidades, gracia divina y guía de los maestros ascendidos, que aceleran la evolución de tu consciencia…

La Glándula Pineal es el guardián del portal que conduce a las dimensiones superiores, utiliza la bioquímica cerebral para abrirlo o mantenerlo cerrado. En los bajos niveles de consciencia -que no han acumulado aún mucha sabiduría a través de la experiencia- el MAO inhibe la producción de cantidades suficientes de DMT para manifestar esos efectos y los que aún falta por describir. Cuando la persona confía en la realidad, vive sin miedos y logra la comprensión que le permite descifrar la información que puede recibir, el Chacra de la Corona y la Glándula Pineal crean el DMT que le abre los portales a las dimensiones superiores. El miedo que impide vibrar en amor, logra que muchos seres humanos permanezcan desconectados de la fuente, que su glándula pineal se calcifique y solo pueda trasladar a la mente un limitado rango del espectro electromagnético.

Tu puedes acelerar tu proceso evolutivo y lograr acceso a los estados místicos que produce el DMT, cuando comprendes que es verdaderamente el amor, cuando integras a tu personalidad sus conductas esenciales: la serenidad, la humildad, la incondicionalidad, la tolerancia, el no-juicio, la flexibilidad, la gentileza y la neutralidad. Elevas tu nivel de consciencia cuando te enfocas en una disciplina espiritual como la meditación diaria. Logras tomar control de tu mente y de tus emociones, además creas un estado de agradecimiento, devoción y consciencia de Dios que impide que el miedo esclavice tu mente…

Una larga e intensa lucha emocional o mental también puede generar DMT y a veces genera una epifanía, un estado místico en el que se experimenta una revelación e incluso una aparición del más allá. Igual sucede con el ayuno, la oración o la mantralización intensas que generan estados de gozo trascendental. Obtener información de sabiduría que te guíe a actuar de manera que siempre generes armonía y verificar sus resultados, es otra forma de desarrollar dones y virtudes que aceleren tu perfeccionamiento espiritual y le abran portales a tu consciencia. Tu percepción de la realidad depende de la información que tienes en tu sistema de creencias. Si tienes muchas falsas creencias que crees verdaderas, te verás a ti mismo, a los demás y a Dios de manera distorsionada. La desinformación puede hacerte sentir impotente, deprimido y sin esperanzas.

Una de mis ocupaciones principales es desarrollar e impartir talleres que entregan información que aclara conceptos fundamentales como el propósito de la vida, el destino o la reencarnación, para cambiar esa percepción desajustada. En mi página web hay un taller que se imparte en 17 programas de televisión por internet. Se llama ¨Crealidad¨ y lo puedes tomar desde tu casa cuando tengas tiempo. Muestra como hay Leyes que determinan lo que sucede en tu vida, te enseña a preguntarle al universo que camino tomar cuando no sabes que hacer y te muestra los trucos que tu ego utiliza para mantener tu mente esclavizada. Su información puede impulsar tu consciencia a dar un salto cuántico…

Con ese mismo objetivo hacemos en Arcobaque los Retiros en Oscuridad. Trabajando en conjunto con Josefina Murillo, mi señora, utilizamos la intuición y la razón, las sensaciones y la información, como herramientas para impulsar procesos individuales y colectivos que aceleren la evolución y le abran ventanas a la mente. El Retiro de 12 días en total oscuridad rompe el ritmo circadiano -los cambios de noche/día, luz/oscuridad generados por el Sol, anulando la señal de luz que induce la producción de Monoamina oxidasa-MAO -el enemigo del DMT- permitiendo con su ausencia que el cerebro acumule unos 25 mg de esa poderosa sustancia.

Recuerda que tu Pineal es un sensor que percibe todas las ondas electromagnéticas -incluida la luz visible- que fluyen en el medio ambiente alrededor de tu cuerpo. Esa es la manera en que logra regular, sincronizar y ajustar los ritmos de tus procesos biológicos orgánicos al sol, las estaciones climáticas, a las energías de la luna, de los planetas, las estrellas y del centro de la galaxia. La oscuridad impulsa cambios naturales en la bioquímica del cerebro que alteran la consciencia, el DMT induce los sueños lucidos, facilita experimentar viajes astrales, trae a tu mente recuerdos y traumas de tu más tierna infancia que necesitas sanar e incluso puede permitir que explores alguna de tus vidas pasadas.

Desde tiempos remotos la oscuridad absoluta ha formado parte fundamental de los procesos iniciáticos de las antiguas Escuelas de Sabiduría. Egipcios, Druidas, Hindúes, Judíos Hasídicos, Islámicos, Taoístas, Mayas, Tibetanos, Koguis y otras culturas aborígenes han utilizado la oscuridad como portal hacia las dimensiones superiores. El budista Tibetano Trungpa Rinpoche cuenta que en el ¨Retiro del Bardo Thodol¨ -una meditación practicada en absoluta oscuridad durante 49 días- el ¨Libro de los Muertos¨, una guía sobre la realidad que se vive después de la muerte, llega a convertirse en una experiencia visual para la mente. Los antiguos utilizaban cuevas y catacumbas para privar de luz a los sentidos y crear así una experiencia chamánica que altera la manera en que la mente percibe la realidad, la orienta explorar dimensiones paralelas, a conectarse con las jerarquías de universo y con la fuente de toda la energía y la información.

En la oscuridad continua tu mente descansa de la sobre estimulación visual del mundo exterior, la atmósfera relajada y tranquila logra que te liberes de los lazos y apegos de la vida cotidiana. La síntesis paulatina del DMT en tu cerebro, aumenta tu frecuencia vibratoria y te induce estados cada vez más elevados de consciencia.

El DMT es el que impulsa a la consciencia que tienes de ti mismo, normalmente unida y simultánea de tu ser y de tu cuerpo, a dar un salto cuántico al dividirse en dos estados: una híperconsciencia que flota fuera de tu cuerpo -utilizando como vehículo al cuerpo astral- y una consciencia inconsciente -un piloto automático- que se encarga de las labores de mantenimiento del cuerpo. Cuando no se está preparado para separar la mente del cuerpo -muchos no tienen información que esto puede sucederles- ese salto cuántico los toma por sorpresa, generando angustia, desorientación y miedo, por lo que se resisten a la experiencia. Además en esos momentos el cuerpo se siente paralizado, no responde a los comandos de la mente, lo que incrementa el estrés. Es lógico que esto suceda porque la mente consciente le entregó temporalmente al inconsciente el control del cuerpo que normalmente mantiene, para aventurarse afuera impulsada por la energía del DMT. El cuerpo no responde a las ordenes de movimiento que la mente -que puede estar flotando afuera o a punto de hacerlo- le envía, lo que se interpreta como una parálisis. Se necesita que la persona entienda -al recibir información, que es lo que siempre cambia todo- que para realizar un viaje astral debe dejar su cuerpo al cuidado de su inconsciente y pierda el miedo, para poder volar a donde desee.

Otro obstáculo para los viajes astrales lo crea el ego, que actúa como un segundo guardián del portal hacia las dimensiones superiores. El ego considera esencial para sobrevivir que la mente y el cuerpo se mantengan unidos. No permite ni desea esa separación y para impedirla despliega un arsenal de emociones negativas. Su función como guardián es impedir que el salto cuántico de la separación suceda, hasta tanto la consciencia no tenga información, este preparada para realizarlo y tenga la voluntad para tomar control de sus emociones negativas…

Preparado con información y decidido a vivir la experiencia, tu cuerpo cómodo con el rostro hacia arriba y bien cubierto para que no sienta frío, te dispones a controlar los miedos que genera tu ego y a reconocer la sensación de parálisis como algo normal e incluso deseable. En los Retiros en Oscuridad de Arcobaque, apoyamos este proceso con una meditación dirigida que te guía a envolverte en una esfera protectora de luz, lo que te hace sentir más seguro en la aventura que comienza, te ayuda también a que tu mente relaje tu cuerpo mientras va entregando el control que mantiene. Cuando se acerca el momento de llegar a la sensación de parálisis, tu ego casi vencido buscará interrumpir el proceso induciéndote a moverte, a que cambies de posición o te des la vuelta, produce también cosquilleos y rasquiñas para vencerte. Ese es el momento de probar si realmente tienes control de tu mente y de tus sensaciones, permaneciendo totalmente quieto, lo que induce tu Glándula Pineal a producir mas DMT que refuerza el proceso.

La meditación guiada es asistida con sonidos que sincronizan tus hemisferios cerebrales y elevan tu frecuencia vibratoria. Llega a tus oídos a través de audífonos inalámbricos que no permiten que tu oído derecho escuche el tono que recibe tu oído izquierdo. Cada oído recibe un tono constante pero de frecuencia ligeramente distinta, el cerebro los combina y produce un tercer sonido que parece oscilar o pulsar. Esto hace que tus dos hemisferios cerebrales se sincronicen.

La diferencia en frecuencia entre los dos tonos no puede ser mayor a 30 ciclos por segundo para que la sincronización hemisférica se produzca, de ser mayor los dos tonos se escuchan separados y no se genera el tercer sonido pulsante. Los dos tonos pueden mezclarse con sonidos de las olas del mar, ondas alpha cuya frecuencia de 8 HZ -la misma del corazón- curiosamente focaliza la atención sobre los dos tonos de frecuencias ligeramente distintas, facilitando la sincronización hemisférica.

Durante la meditación hay un tiempo largo en el que solo se escuchan los sonidos que generan el hemisync, que se aprovecha para activar tu centro de amor en el chacra del corazón, a través de pensamientos de agradecimiento y devoción a la divinidad, que elevan aún más tu frecuencia vibratoria y al conectarte con la fuente en las dimensiones superiores, impulsan tu salto cuántico fuera del cuerpo.

El instituto Monroe, especializado en tecnología para producir viajes astrales, utiliza frecuencias cercanas a los 4 ciclos para los tonos que producen el Hemisync. Encontraron que en el momento en que la mente abandona el cuerpo físico esa es la frecuencia del sonido que se escucha. Esa frecuencia corresponde a unos sonidos bajos parecidos a los que produce un viento fuerte, un vórtice o un torbellino de aire, que se percibe simultáneamente con una sensación de presión desde todos los lados. Cuando sientas como que levitas solo visualizate saliendo del cuerpo y alejándote de el. Oirás un sonido fuerte y sentirás como que eres aspirado fuera del cuerpo. El tiempo que se tarde en llegar a este punto y las veces que haya que intentarlo para lograrlo, dependen de cada persona, de la cantidad de DMT que se haya acumulado su cerebro -algunos alcanzan ese punto en 7 días de oscuridad otros tardan 10 u 11 días, también de su habilidad para mantenerse totalmente quieto y seguramente de su nivel de consciencia.

Lo cierto es que tarde o temprano -incluso sin la oscuridad continua que acelera el proceso- todos llegarán en esta o en una vida siguiente, a experimentar este momento que es como un parto a una nueva clase de existencia, en la que el alma se libera de las limitaciones espacio temporales y puede explorar el universo entero. En ese momento puede asistir a clases impartidas por Maestros Ascendidos en templos de sabiduría que existen en el alto astral y obtener información que puede traer de regreso para modificar su vida cotidiana. Los antiguos alquimistas llamaban a este paso el logro de la ¨Piedra Filosofal¨.

Fuente: http://www.fernandomalkun.com/






 


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Alcaloides para volar http://www.onirogenia.com/enteogenos/alcaloides-para-volar/ http://www.onirogenia.com/enteogenos/alcaloides-para-volar/#comments Thu, 26 Mar 2015 18:35:06 +0000 pipodols http://www.onirogenia.com/?p=3631 Plantas de poder y simbolismo sexual en la brujería medieval

El uso de la magia sexual y de plantas alucinógenas del anillo de tropano (Como la mandrágora y la belladona) por la brujería medieval derivó en la representación actual de una bruja volando en la noche con su escoba, A pesar del profundo misterio que ahí yace.

Por: Alejandro Martinez Gallardo

La mayoría de nosotros crecimos con la imagen caricaturesca de una bruja con su palo de escoba volando por la noche, probablemente despeinada y horripilante. Esta imagen mítica tiene un trasfondo simbólico sumamente interesante que más allá de esta versión pop oculta un profundo conocimiento farmacológico y una tradición esotérica que generalmente pasa desapercibida en un análisis superficial de la brujería como una mera superstición.

El misterio de la brujería occidental yace fundamentalmente en la sexualidad y en los alcaloides del anillo de tropano. Numerosos cronistas hablan del famoso ungüento para volar de las brujas. Según Johann Weyer  (1515–1588) esta cocción brujeril tenía como ingrediente principal el beleño negro (una planta que contiene hioscamina, al igual que la datura) y la belladona (atropina). Cuando la preparación era aplicada en los muslos y en los genitales inducía la sensación de volar. Se creía que las brujas volaban para encontrarse con el diablo en el Sabat y tener comercio carnal.

Esto nos lleva al simbolismo de la escoba, ya que es muy poco probable que un palo sirva como nave espacial. Algunas tradiciones sugieren que las brujas untaban el ungüento (“diabólico”) en estos palos y  se masturbaban con él para absorber las sustancias psicoactivas (mandrágora, beleño negro, belladona) por la mucosa (la vagina es un medio muy efectivo de ingestión farmacológica). Por otra parte existe la posibilidad de que estos “palos” hayan sido troncos de árboles sagrados, usados como símbolos del axis mundi (esta práctica se difundió mucho entre los druidas y es imitada por Stephen Dedalus en el Ulysses de Joyce). Tradicionalmente el axis mundi es el centro simbólico del mundo que une las dimensiones superiores con las inferiores, una especie de eje cósmico, pero también es representado como una escalera que permite ascender a las regiones del espíritu (el vuelo simboliza este ascenso espiritual o astral). En este sentido el palo de escoba, báculo o falo, es lo que le  permite a una bruja unir los mundos (como arriba, es abajo) y volar (en el éxtasis de la cópula que desprende su cuerpo)

En el antiguo paganismo se celebraba el hierosgamos, el matrimonio sagrado entre las fuerzas masculinas del Cielo y las fuerzas femeninas de la Tierra. Como parte de esta celebración ligada a la fertilidad, los sacerdotes y las sacerdotisas encarnaban en rituales a los dioses y a las fuerzas de la naturaleza, reviviendo así el eterno drama cósmico. Esto posiblemente hacía que algunas “brujas” representaran el papel de una diosa de la naturaleza copulando con dioses del cielo —y adorando el gran falo solar— para sucitar la fertilidad. Algunas brujas probablemente encarnaban el papel de “la prostituta sagrada” que servía como tierra fértil para las energías del cosmos (estos ritos son aún representados en el Wicca y en el neopaganismo). Esto seguramente hizo que la brujería fuera considerada una práctica demoniaca, ya que la sexualidad orgiástica era vista como la marca del diablo por la Iglesia Católica. Según una interpretación del Génesis bíblico, la serpiente  y el fruto prohibido del Paraíso son símbolos del sexo.

Por otro lado Francis Bacon (1561–1626) observó que las imaginativas brujas “se transforman en otros cuerpos [...] no por incantaciones o ceremonias, sino a través de ungüentos y de ungirse todo el cuerpo”. Esto nos lleva a la noción de que el vuelo de las brujas no es algo que ocurre literalmente, sino a través de una transmutación. Curiosamente, en su saga de chamanismo y antropología fantástica, Carlos Castaneda describe un episodio en el que se convierte en cuervo para realizar el vuelo chamánico después de fumar una perparación con diversas plantas, conocido como humito (un polvo preparado con hongos y otros misteriosos ingredientes), de manera similar al ungüento de las brujas o brebaje del diablo. Sobre la yerba del diablo, el toloache, Don Juan le dice a Castaneda: “La segunda parte de la yerba del diablo se usa para ver. Con ella, un hombre puede remontarse por los aires y ver qué está pasando en cualquier sitio que escoja”. Esto puede ser un hurto literario de Castaneda o un arcano milenario de proyección astral. ¿Acaso las plantas del anillo de tropano contienen una farmacopea que reiteradamente posibilita una disociación de la conciencia que se manifiesta como una proyección nagual, zoomorfismo de la identidad desdoblada? Curiosamente la mandrágora era conocida como “Circeium” por los griegos, en referencia a la hechicera que transformó en cerdos a los hombres de Ulises —siguiendo por ese puente nagual de transmutación alucinógena.

Existe otra coincidencia entre estas plantas en Europa y en América: la belladona, planta asociada a Hécate, diosa del inframundo y la magia, también se vincula popularmente para enamorar a una persona —muchas veces en contra de su voluntad— o por las “brujas” para convertirse en bellas mujeres jóvenes  —o en su imagen ante los ojos de otra persona. En algunas parte de Sudamérica se ha llegado a usar la burundanga (escopolamina) como una droga para violar a las mujeres que se sumen en un estado de sopor enajenado.

Todas estas plantas, en Europa y América, han recibido el apelativo de yerbas del diablo, acaso por su poder oculto y por su naturaleza nocturna, de númenes oscuros, los cuales también son parte del hombre y del mundo. Plantas de poder cuyo uso yace bajo un misterioso velo que, para rasgarse sin rasgarse también el alma o la conciencia y penetrar el ojo del dragón, se debe de tener un profundo conocimiento.

«—No. No me estás entendiendo. La yerba del diablo es tan poderosa como el mejor de los aliados, pero tiene algo que a mí en lo personal no me gusta.

»—¿Me puede decir qué es?

»—Malogra a los hombres. Los hace probar el poder de­masiado pronto, sin fortificar sus corazones, y los hace domi­nantes y caprichosos. Los hace débiles en medio de gran poder.

»—¿No hay alguna manera de evitarlo?

»—Hay una manera de superar todo esto, pero no de evitarlo. Quien se hace aliado de la yerba debe pagar ese precio» (Carlos Casteneda, Las Enseñanzas de Don Juan).

Twitter del autor: @alepholo

Publicado en http://pijamasurf.com/

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Análogo mexicano de la ayahuasca: Tepezcohuite y Passiflora. http://www.onirogenia.com/enteogenos/analogo-mexicano-de-la-ayahuasca-tepezcohuite-y-passiflora/ http://www.onirogenia.com/enteogenos/analogo-mexicano-de-la-ayahuasca-tepezcohuite-y-passiflora/#comments Tue, 03 Jun 2014 07:00:38 +0000 pipodols http://www.onirogenia.com/?p=3600 Análogo mexicano de la ayahuasca: Tepezcohuite y Passiflora.

La Mimosa tenuiflora es la misma planta que en Brasil se conoce como Mimosa hostilis, en otros lugares (pues esta especie tiene amplia distribución en América) también se le conoce como: Mimosa cabrera, Mimosa nigra y Mimosa limana. La Mimosa tenuiflora contiene entre .25% hasta .90% de DMT (N,N-dimetiltriptamina) del peso en seco de su corteza de raíz. Por estas propiedades ha sido usada en Sudamérica durante cientos de años por diferentes tribus indígenas mediante la bebida enteogénica que se conoce como ayahuasca, en la que se hacen decocciones de dos plantas, la primera cuya propiedad es su contenido de inhibidores de la monoaminoxidasa (IMAOs), casi siempre beta-carbolinas (harmina, harmalina y tetrahidroharmina) y la segunda planta conteniendo la triptamina de efectos psicodélicos DMT. La primera planta permite la absorción oral de la segunda (impidiendo la degradación del DMT en el intestino), ya que el DMT no es activo por vía oral. En México, a la Mimosa tenuiflora se le conoce como tepezcohuite, crece en Oaxaca y Chiapas principalmente. Se utiliza ampliamente para quemaduras  y afecciones de la piel y es muy fácil de conseguir en cualquier mercado de México.

La Passiflora Incarnata es una planta que crece en Veracruz, Tabasco, Chiapas y en la mayoría de los estados con clima tropical. En México es muy fácil de conseguir en los mercados y se usa principalmente como una alternativa natural a las benzodiacepinas (en casos de insomnio o ansiedad), por sus efectos sedantes. La Passiflora Incarnata contiene flavonoides (1.5% de las ramas y hojas) y beta-carbolinas inhibidoras de la monoaminoxidasa (entre .1% y .2%). Se cree que algunos de sus flavonoides  también actúan como inhibidor de la monoaminoxidasa. Aunque su nivel de beta-carbolinas es muy bajo, diferentes bioensayos de psiconautas en todo el mundo han demostrado su eficacia para ser usado como análogo en la preparación de la ayahuasca.

De ambas plantas (Tepezcohuite y Passiflora) pueden hacerse extracciones con diferentes solventes, con Passiflora Incarnata será un poco más difícil por su bajo contenido de beta-carbolinas, pero es relativamente fácil realizar extracciones de DMT del tepezcohuite que después puede ser utilizado para una sesión enteógena inhalando sus vapores, que en comparación con la vía oral, de esta manera el DMT sí es activo. A diferentes muestras de tepezcohuite compradas en mercados del norte de México se les ha extraído cristales de DMT en proporciones desde el .2% hasta el.7% del peso en seco de la corteza de raíz, se han reportado porcentajes mayores con muestras de tepezcohuite compradas en el sur del país.

Si se desea preparar ayahuasca al estilo tradicional se pueden utilizar entre 10-20 gramos de corteza de raíz de tepezcohuite (es importante asegurarse de que es la corteza de la raíz pues se comercializa generalmente en los mercados mexicanos la corteza del tronco, que contiene mucho menor concentración de DMT, aproximadamente .03%) por persona.  De Passiflora Incarnata se utilizará entre 300 gramos y 500 gramos por persona. Ambos materiales vegetales son triturados y calentados en un recipiente con agua durante 40 minutos. Pasados los 40 minutos se filtrara el líquido y se desechara el material vegetal más pesado. Se vuelve a calentar el líquido por otros 40 minutos y se vuelve a filtrar, este procedimiento se repite una vez más. Finalmente el líquido resultante (de consistencia viscosa) puede ser ingerido. Hay que tener en cuenta que las concentraciones de DMT en Mimosa tenuiflora y de beta-carbolinas en Passiflora Incarnata pueden variar mucho según diferentes zonas geográficas, las cantidades antes mencionadas pueden ser una referencia de inicio para quien desee preparar esta bebida enteogénica con plantas recolectadas en México. Se pueden ir subiendo progresivamente las cantidades de cada planta si es necesario. Si todo sale bien, los primeros efectos se comenzarán a notar pasados los 60-70 minutos después de la ingesta, en ocasiones un poco antes.
M. Manjarrez


Bibliografía-   Camargo-Ricalde, Sara Lucía. Descripción, distribución, anatomía, composición química y usos de Mimosa tenuiflora (Fabaceae-Mimosoideae) en México. (Revista de Biología Tropical, 2000)-   León Galeana, Leticia. Tesis: Estudio Fitoquímico de Mimosa Tenuiflora. (UNAM, 2001)-   Herraiz, Tomás. Identification and Occurrence of β-Carboline Alkaloids in Raisins and Inhibition of Monoamine Oxidase (MAO). (American Chemical Society, 2007)-   Haustein, Catherine; Frye, Abigail. Extraction, Identification, and Quantification of Harmala Alkaloids in Three Species of Passiflora. (American Journal of Undergraduate Research, 2007)-   E.A.Abourashed, J.Vanderplank, I.A.Khan. High-Speed Extraction and HPLC Fingerprinting of Medicinal Plants – II. Application to Harman Alkaloids of Genus Passiflora. (Pharmaceutical Biology, 2002)-   Ott, Jonathan. Ayahuasca Analogues: Pangaean Entheogens. (J. Ott Books, 1994)

De Ilustración Farmacológica, Vol. 01 No.01 , 2014

Fuente: http://joechipnotdie.blogspot.mx/

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Ocho mitos desmontados sobre la ayahuasca http://www.onirogenia.com/enteogenos/ocho-mitos-desmontados-sobre-la-ayahuasca/ http://www.onirogenia.com/enteogenos/ocho-mitos-desmontados-sobre-la-ayahuasca/#comments Sat, 31 May 2014 17:46:38 +0000 pipodols http://www.onirogenia.com/?p=3597 La ayahuasca tiene todas las papeletas para generar mitos a su alrededor: por su origen (la selva del Amazonas), por el saber arcano transmitido de un modo poco convencional entre chamanes, por sus efectos sobre la mente y el espíritu de quien la prueba y, finalmente, por su legalidad, moviéndose en una zona gris entre la tolerancia y el ojo vigilante de la policía del pensamiento.

Todos estos mitos crecen en torno a la ayahuasca como una liana de estereotipos, promesas y prejuicios que amenazan con no dejar ver la floresta de sabiduría que encierra el brebaje. Pero los mitos no sólo provienen de sus detractores sino también de algunos de sus promotores que, llevados por el entusiasmo o, peor aún, por la codicia, difunden ideas erróneas sobre la planta que son tomadas por dogmas de fe por la cada día más nutrida comunidad ayahuasquera.

Con motivo del primer Congreso Mundial de Ayahuasca, organizado por laFundación ICEERS, que se celebra el próximo mes de septiembre en Ibiza, hemos pedido ayuda a dos de los ponentes del evento para tratar de derribar varios de los mitos más extendidos.

Es ilegal

La ayahuasca está suspendida en un limbo legal, pues si bien la planta en sí (la combinación de dos plantas que conocemos como “ayahuasca”) no está fiscalizada, uno de sus principios activos, el DMT –responsable de las visiones- sí aparece en la lista 1 de la JIFE, autoridad supranacional que vigila (léase “prohíbe”) el uso de las drogas en el mundo.

La legalidad de la ayahuasca depende del país, del contexto e incluso de la interpretación de la ley por parte del juez: “Lo que no es legal en España es la importación, pero sí tenemos autorización legal para tomar en el contexto religioso”, señala Juan Carlos de la Cal, miembro primigenio de un de las dos únicas religiones afincadas en España que utilizan la ayahuasca (“daime”) como sacramento, el Santo Daime y la Unió Du Vegetal (UDV), ambas originarias de Brasil.

Valgan dos datos para situar la ambigua situación legal de la ayahuasca: a nivel internacional, la ONU defiende y fomenta su uso con su brazo cultural (la Unesco) mientras persigue y fiscaliza con su brazo represivo (la JIFE). Por su parte, en España la policía vigila la entrada de ayahuasca en el país y persigue las ceremonias, pero en última instancia los jueces avalan su uso terapéutico en un 98% de las ocasiones.

Su uso es milenario

El término “ancestral” es un comodín para legitimar cualquier tradición médica o espiritual. En el caso de la ayahuasca no existe registro de su uso tal y como lo conocemos (una combinación de Banisteriopsis caapiPsichotropia viridis) anterior a 1740, cuando aparecen las primeras menciones en las crónicas de los jesuitas en las selvas de Perú. Si bien es cierto, que el uso de la liana ayahuasca por separado antecede en varios siglos al uso del bebedizo que hoy conocemos por ayahuasca: “Se han encontrado restos de laBanisteriopsis –pero no de DMT- en pelos de momias de hace un milenio en el norte de Chile, lo que hace pensar que existía desde tiempos inmemoriales un intercambio de plantas medicinales del Amazonas por sal del desierto”, resume José Carlos Bouso, estudioso de los efectos neuropsiquiátricos de la ayahuasca y uno de los ponentes del Congreso de Ibiza.

Es adictiva

Técnicamente, la ayahuasca no está prohibida por la JIFE, pero sí lo está su principio activo, el DMT. Esto significa que uno de los principios activos del té está estigmatizada al compartir estatus legal con otras drogas de abuso, tales como la cocaína o la heroína. Sin embargo, la ayahuasca está lejos de ser una sustancia que genere adicción: no se ha descrito un solo caso de “enganche” en la literatura científica. “No es adictiva. Hicimos un estudio en Brasil y no encontramos indicadores de adicción entre los consumidores habituales”, señala Bouso. Muy al contrario, la ayahuasca viene utilizándose con éxito para la desintoxicación de otras drogas, como las citadas o el tabaco y el alcohol.

Puede ser letal

La posibilidad del mal viaje es inherente a la ingesta de ayahuasca, pero eso no convierte a la planta en peligrosa. Si bien algunos medios sensacionalistas han utilizado esta analogía para insinuar o afirmar que la ayahuasca puede ser perniciosa para el viajero, incluso letal, no existe una sola muerte documentada que vincule la ingesta de la ayahuasca con la muerte.

Lo cual no significa que todo el mundo pueda tomarla. En opinión del neurocientíficoJosé Carlos Bouso, “está contraindicada en personas con un historial de trastornos mentales, como la esquizofrenia. A nivel físico se trata una decocción bastante segura desde un punto de vista médico, aunque hay que notar que aumenta la presión arterial, de modo que las personas con enfermedades coronarias deberían ser precavidas”.

El mito del “indio bueno”

Como buena tradición ancestral –con reparos, tal como vimos arriba- e indígena, la legitimidad del chamán parece estar vinculada a su etnia, así que resulta fácil tachar de sospechosos a los blancos que convidan ayahuasca, en tanto los indios gozan del beneficio de la duda. Sin embargo, la naturaleza humana es común al europeo y al amazónico, así que lo recomendable es disponer de una buena referencia del chamán, sea cual sea su origen: “por llevar cuatro plumas un indio no está cualificado para dar planta”, resume Juan Carlos de la Cal, que colabora en la redacción de un código ético para dar ayahuasca a través de la llamada Plantaforma. “Según decía Chico Corrente [que introdujo el Santo Daime en España]: “El chamán es el que hace llover. Y de esos hay muy pocos””, apostilla.

Segregamos DMT al nacer y al morir

Uno de los mitos más recurrentes en torno a la ayahuasca tiene que ver con la presencia del DMT en el cerebro. Según esta teoría –popularizada por Richard Strassman en su libro ‘La molécula del espíritu’- la glándula pineal segrega DMT en el feto y en el preciso instante que morimos, así como durante la fase del sueño REM. Sin embargo, esta evocadora metáfora está en entredicho por la ciencia:

“Se sabe que hay DMT en nuestro sistema nervioso pero apenas son trazas y no hay evidencia de que esté implicada en ningún proceso mental; además, en nuestro organismo hay otras 40 triptaminas más”, explica el neurocientífico José Carlos Bouso. “La hipótesis del DMT como “molécula del espíritu” es eso: una pura hipótesis, según ha reconocido posteriormente el propio Strassman, aunque ha sido tomada como un axioma por mucha gente”.

Está amenazada

Es indudable que la selva amazónica está amenazada, pero no así la ayahuasca, que ha convertido en un cultivo muy rentable tanto para chamanes como para las religiones ayahuasqueras de Brasil. “Cada vez es más difícil acceder a la ayahuasca salvaje –confirmaJuan Carlos de la Cal, uno de los fundadores en España del Santo Daime-, pero su cultivo está cada vez más extendido en el Amazonas. Es una planta de rápido crecimiento y con una fuerte demanda, así que su futuro no corre peligro”.

Es la panacea para la salud

Si los detractores de la ayahuasca tildan la planta de peligrosa o incluso letal, en el otro extremo del arco se encuentran sus exagerados entusiastas, que le atribuyen propiedad cuasi-milagrosas, desde arreglar un desaguisado vital hasta curar un cáncer. Son afirmaciones sin respaldo científico: si bien la planta se ha demostrado eficaz para tratar trastornos psicológicos de amplio espectro, son más dudosos sus beneficios sobre la salud física: “La ayahuasca se ha demostrado como una eficaz herramienta de introspección personal, e incluso puede funcionar desde un punto de vista psicológico o psicosomático, pero no tiene forma de curar enfermedades víricas o bacterianas ni mucho menos, cánceres”, afirma el investigador José Carlos Bouso.

Todo sobre el Congreso Mundial de Ayahuasa.

Fuente: http://blog.multaspordrogas.com

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El experimento del Viernes Santo http://www.onirogenia.com/enteogenos/el-experimento-del-viernes-santo/ http://www.onirogenia.com/enteogenos/el-experimento-del-viernes-santo/#comments Fri, 28 Feb 2014 09:15:44 +0000 pipodols http://www.onirogenia.com/?p=3564 20 de Abril de 1962, un grupo de 20 personas formado por estudiantes y profesores de teología junto con 10 “guías” se preparan para comenzar la celebración de Viernes Santo en el sótano de la capilla Marsh, una de las instalaciones religiosas de la Universidad de Boston. Momentos antes de dar comienzo la celebración, todos los participantes han recibido una cápsula y un vaso de zumo, la mitad de las cápsulas contienen psilocibina (compuesto activo de los hongos psilocibios o “setas alucinógenas”), la otra mitad, ácido nicótico, una sustancia que produce una sensación de hormigueo y que podría hacer pensar a cualquier neófito que está experimentando los efectos del fármaco (la era de la psicodelia aún esta por llegar y los efectos de los enteógenos todavía no forman parte del conocimiento popular). Mientras tanto, un atento grupo de investigadores compuesto por doctores, psiquiatras y psicólogos dirigidos por Walter Pahnke, observa atentamente el comportamiento de los religiosos. Para aumentar la controversia del asunto, el supervisor del proyecto es nada menos que el hombre que “despertó” a los Estados Unidos a finales de los 60, Timothy Leary, en lo que sería el último experimento que realizó como profesor de la universidad de Harvard.

Walter Pahnke fue un médico interesado en el misticismo que decidió aumentar sus conocimientos al respecto con un doctorado en estudios religiosos. Esta curiosidad le llevó a interesarse por los enteógenos y su potencial para provocar experiencias místicas dentro de contextos religiosos. Con el fin de investigar en este campo, consiguió el apoyo de Howard Thurman, decano de la capilla Marsh, el cual se encargaría de aportar el escenario, y de Houston Clark, profesor de psicología de la religión en el seminario de teología Andover Newton, que se encargaría de reclutar los sujetos del experimento, 20 estudiantes voluntarios procedentes mayoritariamente de su seminario, a los que se les unirían 10 “guías” para servir de ayuda con la propia experiencia enteogénica. Huston Smith, famoso por su libro sobre religión comparada titulado “Religiones del Mundo”,  formó parte del experimento como guía y describió la experiencia de la siguiente forma:

“Cuando la psilocibina empezó a hacer efecto, fui consciente de un creciente desorden en la capilla. A fin de cuentas, la mitad de nosotros estábamos en una condición en la que el decoro social no significa nada y la otra mitad estaba más interesada en el espectáculo que se presentaba ante sus ojos que en el propio servicio.”

Al día siguiente del experimento se pidió a los participantes que rellenaran un cuestionario describiendo las sensaciones vividas durante el transcurso del mismo basándose en la categorización de las experiencias místicas establecida por W. T. Stace en su libro Misticismo y filosofía (1960). Sólo uno de los participantes del grupo de control reportó haber sufrido algún tipo de alteración sensorial, mientras que la totalidad de los sujetos que tomaron psilocibina reportaron haber vivido una profunda experiencia mística. Un nuevo seguimiento fue realizado 25 años después del propio experimento por el investigador Rick Doblin para comprobar los resultados a largo plazo de la prueba, con la conclusión de que todos los participantes a los que les fue administrado psilocibina consideraban que dicha experiencia constituía uno de los momentos de mayor espiritualidad de sus vidas. Igualmente, en el mismo estudio, Rick Doblin concluyó que:

“Los resultados del experimento de Pahnke ponen en duda la afirmación de que las experiencias místicas catalizadas por drogas son inferiores a aquellas experiencias místicas de origen no farmacológico, tanto en contenido inmediato como a largo plazo.”

Esta conclusión parece reforzarse con los innumerables casos de personas para las cuales la toma de contacto con los enteógenos ha supuesto una experiencia catalizadora del cambio (como ocurrió con el propio Leary o con Ken Kesey, como comentamos en este otro artículo). Incluso el propio Hofmann comparaba las sensaciones que producía en él la LSD con una experiencia vivida durante su niñez mientras caminaba por el bosque en los alrededores de Baden.

Recientemente, el presidente de Bolivia, Evo Morales, realizó unas declaraciones en las que animaba al nuevo Papa a probar el Vin Mariani o vino de coca, una bebida formada, evidentemente, por vino y extractos de la hoja de coca, que contiene un estimulante denominado cocaetileno, un compuesto generado por la reacción entre el etanol y la benzoilecgonina (uno de los compuestos activos presentes en la hoja de coca).  La intención de convertir al Papa a la causa en pro de la legalización del consumo de hoja de coca no es tan mala idea, pero puestos a especular, me gustaría ir aún más lejos. En vista de los resultados de este experimento y con una idea muy similar, me pregunto qué rumbo tomaría la iglesia católica si Francisco I se decidiera a experimentar lo que sintió cualquiera de los 10 voluntarios que recibieron psilocibina.

Por muy humilde y campechano que sea el nuevo Papa, tanto él como la totalidad de la curia elesiástica son humanos, lo que los hace igual de susceptibles que al resto de cometer errores. Mucha gente se centra estos días en buscar hechos incriminatorios en el pasado del nuevo Papa, que si fue peronista, que si apoyó o fue poco crítico con los militares golpistas que impusieron la dictadura de Videla en el 76, pero parece que nos olvidamos de ver el dibujo completo, la iglesia es y seguirá siendo, por muy argentino que sea el Papa, una institución aristocrática, homófoba y sexista, donde no hay sitio para ninguna mujer en cualquier posición que suponga ostentar la más mínima autoridad. ¿Podría una experiencia de este tipo cambiar la forma de pensar del líder de la iglesia católica? ¿podría un puñado de setas devolver la empatía a la iglesia?.

Fuente: http://poguemahone.es/el-experimento-de-viernes-santo/

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Tomar Yagé: una experiencia celestial http://www.onirogenia.com/enteogenos/tomar-yage-una-experiencia-celestial/ http://www.onirogenia.com/enteogenos/tomar-yage-una-experiencia-celestial/#comments Sat, 18 Jan 2014 08:30:31 +0000 pipodols http://www.onirogenia.com/?p=3549 Por: Ricardo Solarte

Por invitación de mi sobrino Fabian llegué hasta la casa del Taita Serafín, un anciano indígena de la comunidad Inga del Putumayo.  Fue el viernes 10 de enero de 2014. La cita era a las 7 de la noche, cuando el Taita nos esperaba para darnos a beber Yagé. Una experiencia que sin duda recomiendo hacer antes de morir.  Aunque hacerlo, sea parte de eso: morir por un instante.

Llegamos hasta la Vereda El Pepino, a una media hora de Mocoa, en el departamento del Putumayo. Nos dirigimos en nuestras motos que dejamos encargadas en una casa vecina para después descender montaña abajo hasta una pequeña casa de tabla cerca del río donde vive el Taita. La luna nos acompañó en este trayecto, lo que nos ayudó a ver un poco por donde pisaban nuestros pies, aunque eso no impidió unas “buenas aterrizadas” sobre el suelo embarrado.

El Taita Serafín es uno de los más reconocidos del Putumayo por su experiencia con el Yagé. Su casa está ubicada en la vereda el Pepino, a 30 minutos de Mocoa, vía a Pasto.

Llegamos a esa pequeña casa al lado del río y el saludo fue muy cálido. La ancianidad y sabiduría del Taita Serafín  hacen que tenga empatía con una gran facilidad. Toda la comunidad lo respeta y quiere oír sus relatos, y nosotros no éramos la excepción. Estábamos fascinados.  La primera pregunta que le hice fue sobre el Yagé: ¿qué es? Y ¿de dónde sale? Me dijo que él mismo lo cultivaba en su casa y que es un bejuco ancestral que sirve de remedio para el cuerpo y el alma.

Se prepara con una bamba de palos. Es decir, una batea en la que se machaca el bejuco con un mazo de madera hasta que se extrae el zumo. Existen varias clases de Yagé: el Taita Serafín nos habló de tres en especial: el Yagé Tigre es uno de los remedios más fuertes.  Quien lo toma se somete a vivir una reacción en la que el protagonista es un tigre que le ruge de frente, y de quien no debe dejarse amedrentar.

También nos habló del Indi Yagé. Este suena más amable y se distingue porque la persona que lo toma va a un encuentro con el sol. Indi en la lengua inga significa sol. Y finalmente está el Tama Yagé, esta fue la bebida que nosotros bebimos. El taita nos advirtió que se distingue por generar “tembladera”. Esa palabra suena tenebrosa pero la experiencia para mí fue increíblemente maravillosa y se quedará en mi memoria para siempre.

El alistamiento

Cuando uno va a beber el remedio debe preparar su cuerpo. Debe tenerlo limpio de comidas irritantes o en exceso, y de sustancias como alcohol y drogas alucinógenas. En el caso de las mujeres, no es permitido el ingreso a la casa del taita con el período menstrual.

Una vez en el lugar, el ritual comienza por encender velas a los santos, hay bastantes. La advertencia que hace el Taita es que el Yagé es un regalo de Dios y de la madre naturaleza. Sin embargo, su consumo es peligroso y solo se puede hacer con la fe en Dios y con la presencia de un guía espiritual que conoce como nadie las propiedades de esta planta. De otra manera los resultados pueden ser catastróficos.

Un paso previo y obligado es la limpieza del lugar con la quema del sahumerio. Esto ayuda a espantar los malos espíritus. El Taita recorrió con paciencia todos los rincones de la casa y sus alrededores. Entonces se sentó frente a su altar sagrado para ponerse su vestimenta: una cuzma o bata blanca acompañada de collares multicolores que se confunden con una gran cruz del cristiano. En su cabeza la corona de plumas que le dan el reconocimiento como el Padre de la comunidad.

Tatita significa papá, una persona que ha vivido bastante y tiene el conocimiento necesario para entregar consejos a los demás. O más bien, como él mismo se define: un profeta de Dios que vino a este mundo con la misión de entregar su mensaje por medio del Yagé. Son 40 minutos de oración católica. El Taita comienza por contarnos que en algún momento se sintió confundido por las diferentes sectas religiosas que se han acercado a él para hacerlo parte de los suyos. Así que por medio del Yagé habló con Dios para aclarar su mente y el mensaje fue: “solo existe una religión, la que nos enseñó cristo”, dice.

La toma

Luego de la oración, el Taita se retira a su altar donde empieza a preparar la bebida. Uno por uno se acerca, le dice su nombre y él hace un conjuro a la bebida, con el nombre de quien la va a tomar, acompañado de oraciones y cánticos en lengua inga, mientras la azota con hojas de huairasacha. También entona canciones de alabanza con una armónica que suena como un canto celestial.

Y llegó el momento: el Taita me llamó por mi nombre y me pasó una taza con una bebida de color café oscuro.  El Yagé sabe a tierra, a monte, árboles y naturaleza: ¡a vida! En ese momento y en mi condición de nativo del Putumayo, sentí como si estuviese bebiendo el elixir de la vida: el secreto mejor guardado de nuestros ancestros. Me sentí afortunado de estar en ese lugar recibiendo de la mano de un anciano indígena, toda su sabiduría en una sola pócima.

Regresé a la sala donde estaba lista para nosotros una colchoneta. “Después de la reacción pueden descansar aquí”, dijo el Taita. Alistó su hamaca, y apagó la luz. Normalmente el Yagé produce vómito y diarrea a quien lo consume, así que aprontamos unos baldes y conocimos el baño que visitaríamos durante toda la noche.

Empecé a sentir un cansancio en todo el cuerpo mientras que en mi estómago caminaba una bola de fuego que me quemaba. Entonces recordé las palabras del taita: “tiene que aguantar el Yagé, no lo vomite. Él se va acomodando…”. Dice el Taita Serafín que la mejor manera de vivir una buena experiencia con el remedio o lograr una  “pinta”, como le llaman,  es no vomitarlo. En cambio sí es saludable expulsarlo mediante deposición.

Pero una cosa es decirlo y otra lograrlo. Mi sobrino Fabian fue el primero en vomitar. Apenas 20 minutos después de ingerir el remedio, y luego le siguió mi sobrino Cristian. Yo me sentía victorioso porque estaba aguantando al Yagé en mi estómago.  Claro está, apenas 20 minutos después de beberlo  tuve que salir corriendo al baño porque mí reacción  por “el otro lado”  no se hizo esperar mucho.

Luego de mi primera visita al baño me venció el cansancio y me acomodé en la colchoneta como pude. Por algún momento dudé de aquella reacción de la que hablaba el taita. No sentía nada extraño, más allá de un cansancio generalizado y el calor en el estómago. Con ese escepticismo  me quedé dormido. Y aquí viene lo bueno.

Mi encuentro con Dios

De un momento a otro el Yagé se había apoderado de mi alma y espíritu. Ya no era yo, era el remedio, la madre naturaleza y su majestuosidad la que actuaba, pensaba, y sentía por mí.  Sentí que salí de la materia física para entrar en otra dimensión. En varios momentos el miedo quiso apoderarse de mí. Pues ya no era materia física. De hecho podía traspasar mi propia carne con mis manos. Era mi alma fuera de mi cuerpo, viéndome  a mí mismo tirado en esa vieja colchoneta.

Antes de beber el remedio el Taita nos había advertido que uno mismo podía pedirle al Yagé lo que quería lograr con su ingesta. Sin dudarlo, le pedí que me permitiera encontrarme con Dios y sucedió. El trance viene mezclado de alegría, miedo, ansiedad, malestar, y todos los sentimientos y sensaciones juntas. Aunque para algunos puede convertirse en una pesadilla.  Dice el Taita que no depende de la bebida, sino de la espiritualidad de la persona.

Nunca le vi el rostro a Dios. Pero en todo momento sentí su presencia, era una paz infinita en mi corazón que no se haya en la tierra. Esa tranquilidad venía acompañada de una brisa fresca con olor a menta que golpeaba mi cara. Para mí, esa era la presencia de un ser supremo. Sin duda. Aunque por momentos quería alejarse, y atacaban los demonios. Eso me llenaba de temor.  Pero me aferraba a mi fe para volver a estar conectado con Dios.

Mi viaje fue como transitar por un camino muy angosto por el cual era muy fácil desviarse. Ahora lo asemejo como la vida misma: donde tenemos la oportunidad de escoger el camino del bien o del mal para nuestras vidas. Tan bonita fue esta experiencia que mi boca salían cánticos de alabanza sin mayor esfuerzo. Sentía que mi boca se movía sola, pero no era yo quien generaba esos cantos tan hermosos, ni siquiera me los sé pues no soy el más orador.

Fabian, quien estuvo todo el tiempo a mi lado, me escuchó y fue testigo de lo que les cuento. Para su mala suerte, mi sobrino no alcanzó el grado de éxtasis o fascinación mía, pues vomitó el remedio demasiado pronto y así la cosa no funciona. Al otro día, muy a las 4:30 am, el Taita nos despertó para la oración. Es hora de levantarse, a Dios no le gusta que seamos perezosos. “Es hora de ir trabajar para ganar el pan con el sudor de la frente con un trabajo legal”, dijo.  Con ese saludo, con tono de regaño nos pusimos de pie sin tiempo para hacer pereza.

En mi experiencia particular sólo me resta decir que esta debe ser una de esas cosas que se incluyen en las listas para hacer antes de morir. Beber Yagé es sentir que la madre naturaleza nos limpia el alma y el cuerpo. Al otro día y por mucho tiempo, dice el Taita que por un año, uno se siente más liviano, con más energía y menos ansioso. El remedio perfecto para comenzar un año. Gracias a mi sobrino Fabián por llevarme a ese lugar, gracias Taita Serafín, gracias Yagé y gracias Madre Naturaleza.

Ricardo Solarte Ojeda
Periodista especializado en Economía y Negocios
Seguir a Ricardo Solarte en
Twitter: www.twitter.com/ricardosolarte
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¿PUEDE LA PSILOCIBINA GENERAR EXPERIENCIAS MÍSTICAS? http://www.onirogenia.com/enteogenos/%c2%bfpuede-la-psilocibina-generar-experiencias-misticas/ http://www.onirogenia.com/enteogenos/%c2%bfpuede-la-psilocibina-generar-experiencias-misticas/#comments Sun, 05 Jan 2014 12:38:45 +0000 pipodols http://www.onirogenia.com/?p=3544 La respuesta a la pregunta que pone título a esta entrada podría parecer demasiado obvia.

Muchas de las sustancias que ahora conocemos como drogas han sido utilizadas de forma sacramental por diferentes culturas de todos los rincones del mundo; desde el ololiuqui utilizado por diferentes pueblos prehispánicos de la zona de Oaxaca, la ayahuasca de las tribus amazónicas, hasta la posible utilización de los alcaloides del ergot en los Misterios Eleusinos de la Grecia clásica (para más información sobre el aspecto etnobotánico de estas y otras plantas, recomiendo los libros “Las Plantas de los Dioses” de Albert Hofmann y R. E. Schultes o el “Pharmacotheon” de Jonathan Ott).

Imagen representando al dios del Inframundo de la cultura azteca visitando a un consumidor de hongos Psilocybe (siglo XVI)

De hecho, estas sustancias recibieron el apelativo de “enteógenos” (neologismo acuñado en 1979 por los investigadores etnobotánicos R. Gordon Wasson, Carl A. P. Ruck y Jonathan Ott) para describir su potencial de “liberar al dios que tenemos dentro”.

Pero aunque pueda parecer muy obvia la relación entre enteógenos y experiencias místicas, se suele asumir que los estados alterados de conciencia que se dan a través de métodos no farmacológicos (como el ayuno, la meditación, la privación prolongada de sueño o la ausencia/exceso de estímulos) pertenecen a una categoría “superior” a la que corresponderían las experiencias de estados alterados de conciencia de origen farmacológicas o lo que el filósofo francés Michel Hulin denominó la “mística salvaje”.

Cualquier intento de acercar enteógenos y religión, especialmente religión cristiana, ha sido rechazado por parte de las instituciones tanto religiosas como académicas casi como si tratase de herejía.

La temeridad de John Allegro al proponer, en base a sus interpretaciones de los Manuscritos del Mar Muerto y en pinturas encontradas en algunas iglesias dispersas por Europa, la teoría de que la figura del Jesucristo bíblico no se correspondería con un personaje histórico sino que oculta el uso sacramental del hongo Amanita Muscaria en los rituales del cristianismo primitivo no sólo le valió el desprecio de sus semejantes en la academia sino que supuso el fin de su carrera como historiador.

Mural del siglo XIII representando a Adán y Eva junto al Árbol del Conocimiento con forma de hongo (Indre, Francia)

El problema que surge de forma inmediata al considerar asuntos como las experiencias místicas y la religiosidad es la inefabilidad de los mismos y por tanto, la dificultad que supone medir y comparar experiencias tan subjetivas.

Uno de los intentos más conocidos para evaluar y cotejar la intensidad entre experiencias místicas de caracter farmacológico y no farmacológico fue el llamado “Experimento de Viernes Santo”, llevado a cabo por Walter Pahnke bajo la supervisión del controvertido Timothy Leary.

La participación de éste último podría llevarnos a dudar de la validez de los resultados obtenidos tras las sospechas de que algunos de sus resultados pudieron haber sido manipulados o exagerados para promover su carrera y la investigación con enteógenos, llevándolo incluso a afirmar supuestas propiedades curativas de la LSD que, a día de hoy, nos resultan claramente ficticias.

El hecho es que la LSD es una cura específica para la homosexualidad. [...] En consecuencia, no es sorprendente que hayamos tenido muchos casos de homosexuales a largo plazo que, bajo los efectos de la LSD, descubren que no sólo son genitalmente pero genéticamente masculinos, que están básicamente atraídos por las hembras. El más famoso y público de estos casos es el de Allen Ginsberg, quien ha declarado abiertamente que la primera vez que se sintió atraído hacia las mujeres fue durante una sesión de LSD hace varios años.

Timothy Leary en una entrevista para la revista PlayBoy, 1960

La inclusión de la LSD y la psilocibina en la lista I (sustancias de consumo ilegal y sin interés científico) de la Ley de Sustancias Controladas de 1970 determinó el fin de la investigación sobre los beneficios (y los peligros) a corto y largo plazo de estas sustancias.

Afortunadamente, desde principios del nuevo siglo, un reducido número de grupos de investigación han conseguido el permiso de las autoridades para reactivar los estudios en psicoterapia psicodélica. Estos grupos de investigación, promocionadas por organizaciones sin ánimo de lucro como la Asociación Multidisciplinar de Estudios Psiquedélicos (MAPS) y el Instituto de Investigación Heffer, ya han realizado estudios con resultados realmente prometedores sobre la utilidad de la LSD y la psilocibina como agentes paliativos de la ansiedad en pacientes terminales o el tratamiento de adicciones con ibogaina, ketamina o ayahuasca.

Llama la atención, de entre todos los estudios que se han llevado a cabo, la investigación dirigida por el profesor Rolan Griffiths de la Universidad John Hopkins, por su propuesta (tan similar a la de 1962 del Dr. Pahnke) de centrarse en las implicaciones espirituales del consumo de altas dósis psilocibina, aún siendo éste un tema tan alejado de los estándares académicos.

En esta investigación, treinta individuos sanos con un historial previo libre de enfermedades mentales y experiencias psicodélicas y que reportaron una participación frecuente en actividades de tipo religioso fueron seleccionados. quince voluntarios recibieron psilocibina (30mg) durante la primera sesión y los otros quince recibieron el placebo, hidrocloruro de metilfenidato (40mg) o Ritalin, como se conoce por su nombre comercial , en sesiones de ocho horas mientras se les animaba a cerrar los ojos y centrarse en sus sensaciones interiores. Finalmente, en una segunda sesión posterior, cada participante recibió el fármaco alternativo.

Tras cada sesión y de forma posterior (catorce meses después), cada participante tuvo que rellenar una serie de cuestionarios para evaluar los efectos alucinógenos (en base a niveles de intensidad, soma-estética, afecto, percepción, cognición y volición), percepciones subjetivas del estado alterado de consciencia (usando un test APZ), efectos similares a otras drogas e intensidad de la experiencia mística (usando el llamado “Cuestionario Pahnke-Richards de Experiencias Místicas”).

Los participantes que tomaron psilocibina puntuaron más alto en los cuestionarios de efectos alucinógenos y en la escala APZ que los que tomaron metilfenidato. Sin embargo, los participantes que consumieron psilocibina puntuaron más alto en todos los efectos similares a otras drogas incluyendo los efectos estimulantes anfetamínicos (pese a que el placebo era un derivado de la misma) mientras que la puntuación de auto-control fue menor que para el grupo control que tomó Ritalin.

22 de los participantes que tomaron psilocibina declararon haber experimentado una experiencia mística completa, mientras que sólo cuatro afirmaron lo mismo con el placebo. De igual forma, los participantes que recibieron la dosis de psilocibina puntuaron más alto en cambios positivos en su vida tras dos y catorce meses de haber participado en el experimento en comparación con los que tomaron la sustancia control. 67% de los individuos del grupo de estudio calificaron la vivencia como la experiencia más significativa de sus vidas o al menos como una entre las cinco experiencias más relevantes de sus vidas y el 38% de los participantes del grupo de estudio llegó a clasificarla como la experiencia mística más significativa o al menos, una de las cinco más significativas de sus vidas . Sólo el 8% de los participantes del grupo de control valoraron la experiencia como entre las cinco más significativas de sus vidas (nunca la más significativa).

Las conclusiones del estudio coinciden con las obtenidas por Pahnke y Leary, las experiencias místicas de origen farmacológico son percibidas por individuos familiarizados con la meditación o la práctica religiosa con la misma intensidad que las de origen no famacológico. Conclusiones parecidas se desprenden de las investigaciones de los grupos de investigación de los profesores Robin Carhart-Harrisy Judson Brewer, cuyos resultados comparados demuestran que tanto la meditación como el consumo de psilocibina producen efectos similares en el cerebro.

Lo llamativo de los alucinógenos serotoninérgicos (LSD, mescalina, DMT, psilocibina…) es la similitud de su estructura química con la del neurotransmisor serotonina, con el cual comparten en común el llamado anillo indólico y que permite que todas estas sustancias ejerzan su principal efecto sobre los receptores serotoninérgicos.

Estas investigacions en busca de una relación entre el funcionamiento de los circuitos neuronales y las experiencias místicas han generado la aparición de una nueva disciplina, la Neuroteología, que para unos busca encontrar una explicación racional a las experiencias espirituales en el funcionamiento cerebral, mientras que para otros, en un desvarío oportunista, busca demostrar la predestinación humana hacia el misticismo y a la creencia en Dios.

Pero, al margen de que un puñado de gente quiera utilizar estos resultados para sus propios intereses en pos de fines religiosos, lo único que nos demuestran es que todos los seres humanos compartimos unos circuitos neuronales que, bajo ciertas condiciones, nos generan unos sentimientos de unidad con el universo y amor incondicional, sentimientos que siempre han sido asociados con el misticismo y la espiritualidad y que podrían haber sido la base de muchas de las religiones originarias que habrían dado lugar a la gran multiplicidad de cultos actuales.

Fuente: http://poguemahone.es/psilocibina-y-experiencias-misticas/

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Mescalina y Precepción, A. Huxley. http://www.onirogenia.com/enteogenos/mescalina-y-precepcion-a-huxley/ http://www.onirogenia.com/enteogenos/mescalina-y-precepcion-a-huxley/#comments Mon, 02 Dec 2013 11:29:19 +0000 pipodols http://www.onirogenia.com/?p=3539 Fue en 1886 cuando el farmacólogo alemán L. Lewin publicó el primer estudio sistemático del cacto, al que se dio luego el nombre del propio investigador. Para la religión primitiva y los indios de México y del Sudoeste de los Estados Unidos era un amigo de tiempo inmemorial. La razón de que la veneraran como a una deidad quedó de manifiesto cuando psicólogos tan eminentes como Jaensch, Havelock Ellis y Weir Mitchell iniciaron sus experimentos con la mescalina, principio activo del peyote. Administrada en dosis adecuadas, cambiaba la cualidad de la consciencia profundamente siendo al mismo tiempo menos tóxica- que cualquier otra droga del repertorio de la farmacología.

Por una serie de circunstancias para mí muy afortunadas, me vi de lleno en esta pista en la primavera de 1953, en California. A pesar de los setenta años de investigación sobre la mescalina, el material psicológico a disposición era todavía absurdamente insuficiente y el hombre deseaba mucho aumentarlo. Yo estaba allí y dispuesto deseándolo muy de veras – a actuar de conejillo de Indias. Es así como en una luminosa mañana de mayo ingerí cuatro décimas de gramo de mescalina disueltas en medio vaso de agua y me senté a esperar los resultados.

La inteligencia es su propio lugar y los lugares habitados por los insanos y los excepcionalmente dotados son tan diferentes de aquellos en que viven los hombres y mujeres corrientes, que hay poco o ningún terreno común de memoria que pueda servir de base para la comprensión o la comunidad de sentimientos. Se pronuncian palabras, pero son palabras que no ilustran. Las cosas y acontecimientos a que los símbolos hacen referencia pertenecen a campos de experiencia que se excluyen mutuamente.

Vernos a nosotros mismos como los demás nos ven es un don en extremo conveniente. Apenas es menos importante la capacidad de ver a los demás como ellos mismos se ven. Pero qué pasa si los demás pertenecen a una especie distinta y habitan en un universo radicalmente extraño? Así, parece virtualmente indudable que nunca sabré qué se siente cuando se es un Sir John Falstaff o un Joe Louis. En cambio, siempre me ha parecido que, por ejemplo, mediante la hipnosis o la autohipnosis, por medio de una meditación sistemática o también tomando la droga adecuada, es posible cambiar mi modo ordinario de consciencia hasta el punto de quedar en condiciones de saber, desde dentro, de qué hablan el visionario, el médium y hasta el místico.

Por lo que había leído sobre las experiencias con la mescalina, estaba convencido por adelantado que la droga me haría entrar, al menos por unas cuantas horas, en la clase de mundo interior descrito por Blake. Pero no sucedió lo que había esperado. Soy y, en cuanto puedo recordar, he sido siempre poco imaginativo. Las palabras, aunque sean las preñadas palabras de los poetas, no evocan imágenes en mí, ni tengo visiones en los lindes del sueño. Cuando recuerdo algo, la memoria no se me presenta como un acontecimiento que estoy volviendo a ver. Este era el mundo poca cosa, pero cosa mía – que esperaba ver transformado en algo completamente diferente de sí mismo.

El cambio que se produjo no fue en modo alguno revolucionario. Media hora después de tomada la droga advertí una lenta danza de luces doradas. Poco después hubo suntuosas superficies rojas que se hinchaban y expandían desde brillantes nódulos de energía, unos nódulos vibrantes, con una vida ordenada continuamente cambiante. En otro momento, cuando cerré los ojos, se me reveló un complejo de estructuras grises, dentro del que surgían esferas azuladas que iban adquiriendo intensa solidez y, una vez completamente surgidas, ascendían sin ruido hasta perderse de vista. Pero en ningún momento hubo formas de hombres o animales, ni paisajes, ni aparición y metamorfosis mágicas de edificios. El otro mundo al que la mescalina me daba entrada no era el mundo de las visiones; existía allí mismo, con los ojos abiertos.

Tomé la píldora a las once. Hora y media después estaba sentado en mi estudio, con la mirada fija en un florerito de cristal. Este florero contenía únicamente tres flores: una rosa rosada completamente abierta, un gran clavel magenta y crema, y un iris. Fortuito y provisional, el ramillete infringía todas las normas del buen gusto tradicional. Pero no contemplaba unas flores dispuestas de modo desusado. Estaba contemplando lo mismo que Adán en la mañana de su creación: el milagro, momento por momento, de la existencia desnuda.

- Es agradable? – preguntó alguien. Durante esta parte del experimento se registraban todas las conversaciones en un dictáfono y esto me ha permitido refrescar mi memoria.

- Ni agradable ni desagradable contesté. – Simplemente, es -. Istigkeit No era ésta la palabra que agradaba a Meister Eckhart? Seidad. Lo que la rosa, el iris y el clavel significaban tan intensamente era nada más, y nada menos, que lo que eran, una transitoriedad que era sin embargo vida eterna, un perpetuo perecimiento que era al mismo tiempo puro Ser, un puñado de particularidades insignificantes y únicas en las que cabía ver, por una indecible y evidente paradoja, la divina fuente de toda existencia.

Continué en contemplación de las flores y, en su luz viva, creí advertir el equivalente cualitativo de la respiración, pero de una respiración sin retorno al punto de partida, con sólo un reiterado discurrir de una belleza a una belleza mayor, de un hondo significado a otro todavía más hondo. Mi vista pasó de la rosa al clavel y de esta plúmea incandescencia a las suaves volutas de amatista sentimental que era el iris. La Visión Beatífica, Sat, Chit, Ananda, Ser Conocimiento – Bienaventuranza

Por primera vez comprendía, no al nivel de las palabras, sino precisa y completamente, a qué hacían referencia estas prodigiosas sílabas. Y luego recordé un pasaje que había leído en uno de los ensayos de Suzuki: Qué es el Dharma-Cuerpo del Buda? (El Dharma-Cuerpo del Buda es otro modo de decir Inteligencia, Identidad, el Vacío, la Divinidad).

Quien formula la pregunta es un fervoroso y perplejo novicio en un monasterio Zen. Y con la rápida incoherencia de uno de los hermanos Marx, el Maestro contesta: El seto al fondo del jardín. El novicio, en la incertidumbre, indaga: Y el hombre que comprende esta verdad qué es, puede decírmelo?. Groucho le da un golpecito en el hombro con el báculo y contesta: Un león de dorado pelaje.

Al mismo tiempo y de modo no menos evidente, era estas flores y cualquier otra cosa en que Yo o, mejor dicho, el bienaventurado No-Yo liberado por un momento de mi asfixiante abrazo – quisiera fijar mi vista. Los libros, por ejemplo, que cubrían las paredes de mi estudio. Como las flores, brillaban, cuando los miraba, con colores más vivos, con un significado más profundo.

- Qué me dice de las relaciones espaciales? – indagó el investigador.

Era difícil la contestación. Verdad era que la perspectiva parecía rara y que se hubiera dicho que las paredes de la habitación no se encontraban ya en ángulos rectos. Pero esto no era lo verdaderamente importante, sino el que las relaciones espaciales habían dejado de importar mucho y que mi mente estaba percibiendo el mundo en términos que no eran los de las categorías espaciales. En la experiencia de la mescalina, las preguntas implícitas a las que el ojo responde son de otro orden. El lugar y la distancia dejan de tener interés. La mente obtiene su percepción en función de intensidad de existencia, de profundidad y significado, de relaciones dentro de un sistema.

Lo que advertía, lo que se grababa en mi mente, era que todos los libros brillaban con una luz viva y que la gloria era en algunos de ellos más manifiesta que en otros. La posición y las tres dimensiones quedaban al margen. Ello no significaba la abolición de la categoría de espacio. Cuando me levanté y caminé, pude hacerlo con absoluta normalidad, sin equivocarme en cuanto al paradero de los objetos. El espacio seguía allí, pero había perdido su predominio. La mente se interesaba primordialmente en el ser y el significado.

Y junto a la indiferencia por el espacio, había una indiferencia igualmente completa por el tiempo.

- Se diría que hay tiempo de sobra.

Era todo lo que contestaba cuando el investigador me pedía que le dijera lo que sentía acerca del tiempo. Mi experiencia real había sido, y era todavía, la de una duración indefinida o, alternativamente, la de un perpetuo presente formado por un Apocalipsis en continuo cambio.

El investigador hizo que mi atención pasara de los libros a los muebles. Yo miraba mis muebles, no como el utilitario que ha de sentarse en sillas y escribir o trabajar en mesas, sino como el puro esteta que sólo se interesa en las formas y en sus relaciones con el campo de visión o el espacio del cuadro. Pero, mientras miraba, esta vista puramente estética fue reemplazada por lo que sólo puedo describir como la visión sacramental de la realidad. Las patas de la silla, por ejemplo, qué maravillosamente tubulares eran, qué sobrenaturalmente pulidas! Pasé varios minutos – o fueron siglos? – no en mera contemplación de estas patas de bambú, sino realmente siendo ellas o, mejor dicho, siendo yo mismo en ellas o, todavía con más precisión pues yo no intervenía en el asunto, como tampoco, en cierto modo, ellas – siendo mi No-mismo en el No-misma que era la silla.

Según las ideas de Bergson, la función del cerebro, el sistema nervioso y los órganos sensoriales es principalmente eliminativa, no productiva. Cada persona, en cada momento, es capaz de recordar cuanto le ha sucedido y de percibir cuanto está sucediendo en cualquier parte del universo. La función del cerebro y del sistema nervioso es protegernos, impedir que quedemos abrumados y confundidos por esta masa de conocimientos en gran parte inútiles y sin importancia, dejando fuera la mayor parte de lo que de otro modo percibiríamos o recordaríamos en cualquier momento y admitiendo únicamente la muy reducida selección que tiene probabilidades de sernos prácticamente útil.

Conforme a esta teoría, cada uno de nosotros es potencialmente Inteligencia Libre. Pero, en la medida en que somos animales, lo que nos importa es sobrevivir a toda costa. Para que la supervivencia biológica sea posible, la Inteligencia Libre tiene que ser regulada mediante la válvula reducidora del sistema nervioso. Lo que sale por el otro extremo del conducto es un insignificante hilillo de esa clase de consciencia que nos ayudará a seguir con vida. Para formular y expresar el contenido de este reducido conocimiento, el hombre ha inventado e incesantemente elaborado esos sistemas de símbolos y filosofías implícitas que denominamos lenguajes, convirtiéndose en seguida en el beneficiario y la víctima de ellos. Beneficiario en cuanto el lenguaje procura acceso a las acumuladas constancias de la experiencia ajena, y víctima en cuanto lo confirma en la creencia de que ese reducido conocimiento es el único conocimiento, y – en cuanto deja hechizarse su sentido de la realidad – la forma en la que cada cual se inclina demasiado a tomar sus conceptos y palabras por cosas reales.

Los diversos otros mundos con los que los seres humanos entran de modo errátil en contacto, son otros tantos elementos de la totalidad del conocimiento perteneciente a la Inteligencia Libre. La mayoría de las personas sólo llegan a conocer, la mayor parte del tiempo, lo que pasa por la válvula reductora y está consagrado como genuinamente real por el lenguaje del lugar. Sin embargo, ciertas personas parecen nacidas con una especie de válvula adicional que permite trampear a la reductora. Hay otras personas que adquieren transitoriamente el mismo poder, sea espontáneamente, sea como resultado de deliberados ejercicios espirituales, de la hipnosis o de las drogas. Gracias a estas válvulas auxiliares discurre, no, desde luego, la percepción de cuanto está sucediendo en todas las partes del universo pues la válvula auxiliar no suprime a la reductora, que sigue excluyendo el contenido total de la Inteligencia Libre -, sino algo más y sobre todo algo diferente del material utilitario – cuidadosamente seleccionado, que nuestras estrechas inteligencias individuales consideran como un cuadro completo, o al menos suficiente, de la realidad.

En el caso de la mescalina, su efecto impide la producción de ciertas enzimas que regulan el vital suministro de glucosa a las células cerebrales, con lo que disminuye la glucosa disponible. Los efectos se pueden resumir como sigue:

1 La capacidad de recordar y de pensar bien queda poco o nada disminuida. Cuando escucho las grabaciones de mi conversación bajo la influencia de la droga, no advierto que haya sido entonces más estúpido que en tiempo ordinario.

2 Las impresiones visuales se intensifican mucho y el ojo recobra esa inocencia perceptiva de la infancia, cuando el sentido no está inmediata y automáticamente subordinado al concepto. El interés por el espacio disminuye y el interés por el tiempo casi se reduce a cero.

3 Aunque el intelecto no padece y aunque la percepción mejora muchísimo, la voluntad experimenta un cambio profundo y no para bien. Quien toma mescalina no ve razón alguna para hacer nada determinado y juzga carentes de todo interés la mayoría de las causas por las que en tiempos ordinarios estaría dispuesto a actuar y sufrir, por la sencilla razón de que tiene mejores cosas en qué pensar.

4 Estas cosas mejores pueden ser experimentadas como yo las experimenté – ahí afuera o aquí adentro, o en ambos mundos, el interior y el exterior, simultánea o sucesivamente.

Cuando el cerebro se queda sin azúcar, el desnutrido ego se siente débil, se resiste a emprender los necesarios quehaceres y pierde todo su interés en las relaciones espaciales y temporales que tanto significan para un organismo deseoso de ir tirando en este mundo. Cuando la Inteligencia Libre se cuela por la válvula que ya no es hermética, comienzan a suceder toda clase de cosas biológicamente inútiles: percepciones extrasensoriales, belleza visionaria, revelaciones del sentido de la existencia desnuda, del acontecimiento tal cual es, al margen del concepto. En la fase final de la desaparición del ego y no puedo decir si la ha alcanzado alguna vez algún tomador de mescalina-, hay un oscuro conocimiento de que Todo está en todo, de que Todo es realmente cada cosa. Yo supongo que esto es lo más que una inteligencia finita puede acercarse a percibir cuanto esté sucediendo en todas las partes del universo.

La mescalina procura a todos los colores un mayor poder y hace que el perceptor advierta innumerables finos matices para los que en tiempo ordinario es completamente ciego. Se diría que, para la Inteligencia Libre, son primarios los caracteres secundarios de las cosas. Como los que toman mescalina, muchos místicos perciben colores de un brillo sobrenatural, no solamente con la vista interior, sino hasta en el mundo objetivo que los rodea. Testimonios análogos formulan los psíquicos y los impresionables. Es así como deberíamos ver, decía una y otra vez, mientras miraba mis pantalones, los enjoyados libros de los anaqueles o las patas de mi silla.

Así es como deberíamos ver, así son realmente las cosas. Y, sin embargo, había reparos. Porque, si se viera siempre así, nunca se querría hacer otra cosa. Bastaría con mirar, con ser el divino No-mismo de la flor, del libro, de la silla, y sería suficiente.

Pero en este caso, qué sería de los demás? En la grabación de las conversaciones hallo constantemente repetida esta pregunta: Qué hay acerca de las relaciones humanas? Cómo se podría conciliar esta bienaventuranza sin tiempo de ver como se debería ver con los deberes temporales, de hacer lo que se debería hacer y de sentir lo que se debería sentir? Deberíamos ser capaces de ver estos pantalones como infinitamente importantes y a los seres humanos como todavía más infinitamente importantes, dije.

Pero en la práctica esto parecía imposible. Obligado por el investigador a analizar y decir lo que estaba sintiendo – cómo ansiaba estar a solas con la Eternidad en una flor, con la Infinitud en las cuatro patas de una silla y con lo Absoluto en los pliegues de unos pantalones de franela! – advertí que estaba eludiendo deliberadamente las miradas de quienes estaban conmigo en la habitación. Una de aquellas personas era mi mujer y otra, un hombre al que respetaba y tenía mucha simpatía, pero ambos pertenecían al mundo del que, por el momento, la mescalina me había liberado, al mundo de los sí mismos, del tiempo, de los juicios morales y las consideraciones utilitarias; al mundo y era este aspecto de la vida el que quería ante todo olvidar – de la afirmación de sí mismo, de la presunción, de las palabras excesivamente valoradas y de las nociones adoradas idolátricamente.

Mi pregunta seguía sin respuesta. Cómo esta percepción purificada podía conciliarse con el debido interés por las relaciones humanas, con los necesarios quehaceres y deberes, para no hablar de la caridad y la compasión práctica? Se renovaba el muy viejo debate entre los activos y los contemplativos. Hasta esta mañana había conocido la contemplación únicamente en sus formas más humildes y ordinarias, como un pensar discursivo; como el trance creador en poesía, música o pintura; como una paciente espera de esa inspiración sin la que ni el más prosaico escritor puede realizar nada. Pero ahora conocía la contemplación en sus cumbres, mas no en su plenitud. Porque en su plenitud, el camino de María incluye el camino de Marta y lo eleva, por decirlo así, a su propio poder superior. La mescalina abre el camino de María, pero cierra la puerta del camino de Marta. Procura acceso a la contemplación, pero a una contemplación que es incompatible con la acción y hasta con la voluntad de actuar, con la misma idea de actuar. En los intervalos entre sus revelaciones, el tomador de mescalina se inclina a la impresión de que, si bien en cierto aspecto todo es supremamente como debe ser, en otro hay algo que anda mal. La mescalina no puede resolver nunca este problema; sólo puede plantearlo.

La solución completa y final sólo puede ser hallada por quienes están dispuestos a aplicar la buena clase de comportamiento y la buena clase de vigilancia constante y espontánea. Por encima del quietista está el contemplativo-activo, el santo, el hombre que, según la frase de Eckhart, está dispuesto a bajar del séptimo cielo para llevar un vaso de agua a su hermano enfermo. Por encima del arhat, que se retira de las apariencias a un Nirvana totalmente trascendental, está el Boddhisatva, para quien la Identidad y el mundo de las contingencias son una misma cosa y para cuya compasión sin límites cada una de estas contingencias es una ocasión, no solamente de comprensión transfiguradora, sino también de la caridad más práctica.

En cuanto a mí, en esta memorable mañana de mayo, no podía menos que estar agradecido de una experiencia que me había mostrado, más claramente que nunca antes, la naturaleza última del problema y su solución completamente liberadora.

Aldous Huxley

Extractado por Pablo Cáceres de
A. Huxley.- Las Puertas de la Percepción

Fuente: http://alcione.cl/

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